Kotone Furukawa. Ayumu Nakajima. Hyunri Katsuki Mori. Shouma Kai. Kiyohiko Shibukawa. Fusako Urabe. Aoba Kawai
No conozco a este director japonés, parece que se va a convertir en uno de los referentes de este año ya que, el éxito incontestable de Drive my car ( pendiente por mi parte ), viene precedido de esta película que fue Oso de Oro al Mejor Director en el pasado Festival de Berlín. Eso quiere decir que su último éxito no es una casualidad, que ya venía demostrando de lo que era capaz: de hacer buen cine con un clasicismo tan delicado como ausente de efectismos, el opuesto totalmente a, por poner otro ejemplo de éxito este año, Titane.
La cinta está compuesto de tres relatos, algo que queda claro en los título de crédito y en la división entre ellos. En ese sentido, la propuesta es muy literaria, como esos libros de cuentos para adultos. De hecho, los tres segmentos son casi tres piezas teatrales de cámara en las que lo verdaderamente importante es el diálogo, porque el gran valor de su director es precisamente su silencio, que solo a través de muy pequeños detalles que acompañan a los personajes, sepamos que están ahí.
La primera historia es la de dos amigas a las que el destino pone en el camino de un mismo hombre. La segunda podría ser casi un thriller de venganza. La tercera es una joya de orfebrería alrededor de la verdad y el paso del tiempo.
Además de la delicadeza de todo el conjunto, y su coherencia, lo verdaderamente fascinante de esta película es su escritura. Como a través de los diálogos, Hamaguchi consigue que asome con transparencia la íntima complejidad de las personalidades de sus protagonistas, sus miedos, su desconcierto con sus propios sentimientos, su necesidad de entenderse y su búsqueda de sentido a la vida.
La ruleta de la fortuna es casi una enciclopedia humana, un muestrario en el que es imposible no reconocerse en algún momento. y la capacidad para contarlo y dibujarlo de una forma tan sencilla en apariencia, sólo puede ser sabiduría.
Después de esto, tengo muchas ganas de Drive my car. Estoy seguro de que estamos ante un creador importante porque respeta, descubre y se acerca con ternura, al ser humano.
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