TEATRO ( NATIONAL THEATRE AT HOME): JULIUS CAESAR de William Shakespeare

 

Director.-

Nicholas Hytner

Intérpretes.-

Ben Whishaw. David Morrisey. David Calder. Michelle Fairley. Fred Fergus. Adjoa Andoh. Abraham Popoola. Nick Sampson. Kit Young.

Bridge Theatre.

National Theatre at Homr.

Cuando acudo a la representación de una obra que conozco y que he visto en varias ocasiones, sin duda, lo fundamental es asistir a una representación diferente, ya que, en caso contrario, por mucho que me guste el texto, me deja una sensación de conocido, cierto cansancio.

Julio Cesar me gusta mucho, sobre todo su parte conceptual, ese retrato de la ambición y de las trampas del poder, del idealismo frente al pragmatismo y de los límites de la traición frente al tiranicidio. Me gusta menos la parte final en la batalla pero no rebaja mi interés por la obra.

Gracias al proyecto de National Theatre al Home, podemos disfrutar de una nueva versión que Nicholas Hytner puso en pie hace tres años con el Bridge Theatre, en un escenario abierto y flexible que, como ocurre en la planta baja del Globe, cuenta con el público en pie. Y lo primero que podemos decir es que hay un aprovechamiento fantástico de las posibilidades que ofrece el espacio, generando acciones incluso entre el público y moviendo a este como si fuese parte del espectáculo.

Tengo la sensación de que podríamos definir esta propuesta como un Julio Cesar del siglo XXI. Comienza con una banda de rock y los intérpretes no sólo visten ropas actuales sino elementos identificables como gorras de beisbol  o chándal ( sutil diferencia entre el atuendo de unos y otros, de las dos facciones, elegancia frente a vulgaridad, democracia frente a populismo ). No es una propuesta atemporal, se integra de lleno en nuestra actualidad. Los puñales por supuesto, son pistolas.

También hay diversidad. En una obra habitualmente masculina, algunos de los papeles principales se pasan a mujeres. También conviven prácticamente todas las razas.

Y, sobre todo, se concibe la propuesta como un espectáculo, ruidos, vibrante, movido, muy atractivo para un público que, posiblemente, no sea habitual en Shakespeare.

El resultado, efectivamente, es diferente. Justifica una visión más de este magnífico texto. Incluso las escenas de la batalla tienen un movimiento que las convierte en más ágiles. Un Julio Cesar que, lamentablemente, es fácil identificar con muchas de las circunstancias y personajes que abundan en los periódicos hoy día.

Al final, la historia se repite más veces de las que creemos….

Público            

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