Javier Bardem. Manolo Solo. Almudena Amor. Oscar de la Fuente. Sonia Almarcha. Tarik Rimili. Fernando Arbizu. Celso Bugallo. Rafa Castejón. Yoel Belicha. Martín Paez. Daniel Chamorro. Maria de Nati. Pilar Matas. Mara Guil
Hay dos aspectos comunes a las películas de Leon de Aranoa.
Por un lado, todas están pegadas a la realidad, con una mirada crítica y descreida.
En segundo lugar, están muy muy bien escritas. Son películas que desarrollan su trama a la perfección a caballo de los diálogos, jugando siempre con el humor y creando situaciones sorprendentes dentro de lo cotidiano. Todos recordamos la reinvención de la fábula de la cigarra y la hormiga por parte de Javier Bardem en Los lunes al sol.
El buen patrón reúne todas estas características.
La narración se centra alrededor de un personaje, un empresario heredero de una empresa familiar, que reúne todas las características de un paternalismo manipulador y egoísta sin escrúpulos. La trama se desarrolla en la semana previa a la inspección final del jurado de un premio a la excelencia que nuestro protagonista se ha puesto como objetivo y, sobre todo, en como supera la gran cantidad de escollos que parecen multiplicare de repente.
La cinta está escrita en tono de comedia, muy ácida, trágica incluso, pero comedia. Esto admite la acumulación de acontecimientos y cierto tono de caricatura. Podría cuestionarse si eso no mina la credibilidad en un tema que debería de plantearse de forma realista o si no limita el valor de la crítica. Pero con esta opción sin duda la historia es mucho más asequible y, consecuentemente, llega a mucho más público.
El buen patrón no agrede, y sí pone muchas cosas encima de la mesa. Además divierte y entretiene.
Por otro lado hay otra cosa en común con Los lunes al sol: Javier Bardem. En manos del director otra vez, realiza una interpretación totémica, brutal, explosiva. Sólo por él merecería la pena. Pero además le acompaña un conjunto perfecto, porque el nivel interpretativo general es excelente.
Y por último, Leon de Aranoa, como no podía ser de otro modo, encuentra un final perfecto, increíble en su sencillez, y que con unos segundos y pocas palabras sirve de colofón a una historia actual y tan graciosa como cruel. No lo olvidemos: el humor siempre ha sido una de las formas más valientes de lucha.
Público
Comentarios