CINE: MAIXABEL de Iciar Bollain

 

España 2021

Blanca Portillo. Luis Tosar. Urko Olazabal. María Cerezuela. Arantxa Aranguren. Mikel Bustamante. Bruno Sevilla. Jone Laspiur. David Blanka

En los años de plomo, en el País Vasco existía un estado de terror que los asesinos calificaban de guerra con el estado opresor, pero debajo de los atentados y los titulares, había una capa social empapada de miedo, que acumulaba dolor a base de ostracismo, de desprecio a las víctimas, de señalamiento. Era difícil vivir posicionándose en contra de ETA.

Parece que Patria, la valiente novela de Aramburu, abrió la pantalla, y muchos se sorprendía ( y a mi me sorprendía que les sorprendiese ) esa desolación cotidiana con la que muchos tuvieron que vivir.

Por otro lado, en ese ambiente, hubo personas que no se entregaron, que decidieron seguir por el camino del no a la violencia, ese que todos sabían que era el adecuado, e incluso los hubo que iban a más, y pretendían seguir creyendo en el diálogo.

Una de esas personas era, es, Maixabel Lasa, una viuda que terminó promoviendo los encuentros entre presos y víctimas, y llegó a conocer a los asesinos de su marido. Ella sufrió el golpe brutal de la muerte de su pareja, pero también el del silencio y el de la amenaza, ambos asimilados a su día a día. Y es este trayecto, desde el dolor al perdón el que Iciar Bollain nos cuenta en esta película que sólo podía tener su nombre como título.

No era fácil. Lo sencillo hubiese sido volcarse en el dramatismo de la historia, forzar las emociones como éxito fácil. Sin embargo la directora ha optado por otra vía. He leído algunas criticas que hablan de miedo, contención o prudencia. A mi me gustaría más hablar de pudor y respeto. La distancia con la que nos lo cuenta, las elipsis de la historia, no acuden, como he dicho a la manipulación, pero no por ello nos dejan fríos.

Personalmente siento todo el dolor de la injusticia, acompaño a los personajes en su desconcierto, y siento un nudo en la garganta casi desde el inicio.

La interpretación es muy importante para la credibilidad, especialmente en las figuras que dibujan Luis Tosar y Blanca Portillo, y sólo puedo decir que están grandes. Gracias a ellos nos acercamos más a estos seres humanos a los que la Historia puso en un lugar donde nunca habrían querido estar.

Maixabel habla de hechos recientes y que algunos parecen haber olvidado. Es una obra valiente, hermosa, necesaria. Un derecho de los que tuvieron que callar durante mucho tiempo, y un recordatorio sobre la verdad. Debería de ser de visión obligatoria para los jóvenes, que nunca olviden que la violencia es un monstruo que nunca, nunca, podrá tener ninguna justificación.

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