Emma Stone. Emma Thompson. Joel Fry. Paul Walter Hauser. John McCrea. Emily Beecham. Mark Strong. Kayvan Novak. Kirby Howell Baptiste. Jamie Demetriou. NiamLynch. Andrew Leung. Ed Birch. Paul Bazely.
Cruella no es el primer "malo" al que se le regala una película como protagonista. Disney ya lo hizo con Maléfica, a la que también ofreció la oportunidad de explicar al público sus razones, de reivindicarse. Pero en este caso, la referencia más adecuada sería Joker, otro malvado pero en este caso de comic, porque Cruella no es una película infantil.
Es cierto que el comienzo tiene ese aire de cuento un poco gamberro en que se nos muestra en modelo elipsis el crecimiento de nuestra protagonista. Pero pronto va más allá. La historia, alrededor del mundo de la moda, tiene su espina dorsal en la competencia entre dos mujeres, la Baronesa, consolidada y cruel reina, y Cruella, una joven rebelde con una fascinante capacidad creativa. Pero lo cierto es que, más allá de esta batalla, llena de momentos disfrutables, la película me parece una proyección histórica muy acertada que podría referirse claramente a la aparición del punk frente a tendencias más conservadoras y menos generosas con el futuro.
La metáfora, por supuesto, es trasladable a cualquier cambio artístico o social, la resistencia frente a la vanguardia.
Cruella debe mucho al duelo entre sus actrices principales, las dos Emmas, pero también hay un trabajo fantástico de producción a la hora de crear una estética que navega entre el comic y el arte, entre la instalación y el dibujo. En especial el vestuario es un ejercicio de imaginación único. Y hay que destacar la labor del director, ya que Gillespie consigue un ritmo constante y vital, cubierto por una fantástica y reconocible banda sonora, un desarrollo brillante de más de dos horas sin descanso.
Ahora bien, es importante señalar ( intentemos hacerlo sin spoiler ), que la cinta viene con trampa. El personaje no se acerca en ningún momento a la maldad que conoceremos posteriormente, especialmente hacia los dálmatas. Esa broma tras los títulos de crédito que la enlaza con la historia que hasta ahora conocíamos, tiene su gracia, pero no vale. En fin, algo menor en cualquier caso.
En resumen, Cruella es divertida, muy entretenida y visualmente atractiva y sorprendente. Y también una forma de recordar que, aquellos que conseguían sorprendernos en su día con su agresividad estética y su falta de límites, con la perspectiva de los años, podrían ser considerados visionarios e incluso artistas.
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