Pretextos
370 páginas
Tengo la sensación de que la poesía de Anne Carson tiene mucho más que ver con la arquitectura y la inteligencia que con la belleza y la espiritualidad. Una poesía mucho más narrativa que evocadora.
Por otro lado, desconozco si en la confección de este libro todos los contenidos están decididos por la autora o, de alguna manera, ha habido intervención del traductor. Lo digo porque este último es el responsable de un magnífico epílogo: una recopilación, en formato de entrevista ficticia, de opiniones diversas de la autora, que arroja mucha información sobre su forma de ver el arte y la vida.
Hombres en sus horas libres es una obra compleja pero sobre todo muy libre. En ella se mezclan pequeñas biografías en forma de colección de poemas, una colección de estampas sobre los cuadros de un pintor, vidas o episodios narrados como si se tratara de un guion televisivo, también ensayos.... La cultura de Carson es enciclopédica, pasean por estas páginas Virginia Woolf, Edward Hooper, Leon Tolstoi y, por supuesto, todos los clásicos de la antiguedad griega.
Pero además del contenido, es sorprendente la continua originalidad y lucidez en los continentes, en esas construcciones casi orgánicas donde encajan con rigor las palabras para transmitirnos una reflexión siempre certera.
Carson me atrapa, como dije al principio en su capacidad de extraer una idea y plasmarla como nadie lo había hecho, fusionando la actualidad más vertiginosa con el clasicismo. Y, no sé como, pero en esa mixtura parece conseguir la pureza de la verdad.
Y todo ello, sin perder ese aroma a contadora de cuentos, a narradora oral, a escritora que nos regala viajes en forma de páginas.
Público
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