350 páginas
Disponible en ebook.
Comenté hace poco lo que me había gustado La primera mano que sostuvo la mía, un libro que hablaba mucho de la maternidad.
Y la maternidad es también el tema principal de Hamnet. Quizás confunda su presentación. El nombre corresponde a un hijo del dramaturgo William Shakespeare que falleció siendo niño y que poco después inspiró el título de la posiblemente más inmortal de las obras de su autor. Sin embargo, el autor es realmente un personaje secundario aquí al que, por otro lado, nunca se cita por su nombre.
Porque la verdadera protagonista de esta narración es Agnes, su esposa, mujer y madre.
La autora recorre la vida de este personajes, hija de una especie de ninfa de los bosques o hechicera, y heredera de un instinto infalible para leer el futuro y convertirse en la protectora de su familia y de la villa donde habitan. Nos cuenta su historia de amor, antes de que el escritos siquiera pensase en irse a Londres, del nacimiento de sus hijos y las relaciones con su familia, y de su cambio de estatus, unas vez que el dramaturgo alcanza el éxito.
Pero sobre todo, nos habla de la ausencia, de como afrontar una pérdida tan dramática e inesperada, un dolor tan persistente que se sabe eterno, todo ello desde una dimensión espiritual más elevada. Para alcanzar este nivel de serena trascendencia, la novela asume con naturalidad un nivel mágico en la protagonista que se expande a su alrededor., otorgándole a la la propuesta un precioso aire de cuento.
O'Farrell se convierte en narrador omnisciente que no tiene problemas en saltar del interior de un personaje a otro, cambiar perspectivas, alejarse hasta llegar a vigilar a una pulga en Venecia. Lo hace con precisión histórica para establecer un entorno perfecto pero huyendo de lo descriptivo y de lo pintoresco. El resultado de esta técnica es una narración envolvente que parece pintada, es como estar recorriendo un cuadro inmenso y plagado de detalles, porque además es mucho, muchísimo lo que se nos cuenta.
Hamnet es una novela grande, importante, densa. Una muestra serena de literatura y de sabiduría, un ejemplo de humanidad, delicada y alejada de cualquier superioridad cultura. Me confirma que O'Farrell es una autora que merece ser seguida.
Público
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