Thomas Kail
Intérpretes.-
Lin Manuel Miranda. Miranda Daveed Diggs. Renee Goldsberry. Leslie Odon Jr. Chris Jackson. Jonathan Groff. Anthony Ramos. Emmy Raver Lampman. Jasmine Cephas Jones. Okieriete Onaodowan. Phillipe Boo. Ariana DeBosse. Ephraim Sykes. Neil Haskell. Thayne Jaspersson. Andrew Chappelle. Sidney James Hadcourt. Jon Rua. Sasha Hutschings. Carleig Bettiol. Sethe Stewart.
En Disney +
Sin duda el teatro musical es un género teatral por excelencia anglosajón. Todos tenemos en mente clásicos como My fair lady , Showboat, Oklahoma... pero con el tiempo, se han ido incorporando de forma frecuente muchos estrenos relativamente recientes con derecho a pertenecer a esta categoría, como Cats, Les Miserables, Rent... Creo que Hamilton viene, sin duda, a sumarse a la lista, es una obra excelente en su concepción, guion y música, que además se sirve en un espectáculo deslumbrante y lleno de talento.
También hace ya mucho tiempo que los argumentos han pasado a ser más exigentes y/o atrevidos, desde Stephem Sondheim, cualquier temática pasó a ser susceptible de tener música y subirse a un escenario. Hamilton no es de los más extravagantes, pero sí de los que tienen una base más seria y más comprometida, y Lin Manuel Miranda ( autor de libreto y partitura y protagonista principal ) consigue escribirlo con inteligencia, rigor y conocimiento teatral.
La historia que nos cuentan es la de Alexander Hamilton, uno de los padres de América, que, desde un orfanato para huérfanos, llego a ser uno de los luchadores por la independencia de los EEUU, con una importante participación militar y aportando posteriormente las bases de su estructura económica.
El texto nos lo muestra desde su llegada al América, sus inicios en ley y política, su participación en la contienda y su caída posterior, lo hace sin olvidar su vida personal, su matrimonio, sus amistades, sus enemigos, y sus dudas. Lo hace desde la voz de su antagonista, el hombre que primero le ayudó a enfilar el camino del éxito, y terminó siendo su asesino. Esa voz narrativa, que narra desde el recuerdo, permite un nivel de abstracción que elige los diferentes episodios y los enebra perfectamente en un conjunto coherente y muy fluido. El cambio de voz final, hacia Eliza, su viuda, como contadora de su historia y guardiana de su memoria, ofrece un momento tan hermoso como emocionante.
La música es excelente, vibrante. moderna. Con ritmos de rap, hip hop y pop, pero también melodías más convencionales pero no por ello menos logradas. Los diálogos están reducidos al mínimo y la banda sonora funciona de forma totalmente envolvente.
Y con esos materiales, se consigue un espectáculo fantástico. No hacen falta cambios de decorado, una especie de granero con algunos elementos de estructura móviles y ciertos elementos mínimos que entran y salen. Pero sobre todo, una coreografía espectacular y una iluminación increíble, son los elementos que consiguen unirlo todo y que sea una absoluta gozada desbordante de adrenalina y de sana energía. Sin movernos de allí y sin echar nada en falta, paseamos por tabernas, participamos en batallas y asistimos a sesiones del parlamento, e incluso recibimos las visitas de un risible Rey Jorge III de Inglaterra.
Otro de los aspectos que ayudan a que testo, música y otros elementos expriman todo su potencial es un conjunto de intérpretes entregados, capaces de adaptarlos a su nueva personalidad alrededor de los diferentes tonos musicales, haciendo humor ( que no falta en ningún momento ) pero nunca caricatura. El hecho de lo inclusivo del reparto multiracial, impulsa también la heterogeneidad de la propuesta y su apuesta por la libertad, algo por lo que Hamilton luchó.
Lo dicho, creo que ha nacido un clásico.
Es una suerte que, en tiempos de pandemia se hayan decidido a grabarlo ( con una producción fantástica, capaz de integrar perfectamente conjunto y detalle ) y universalizar la posibilidad de disfrutarlo, a través de Disney Plus. Las formas de ver teatro, también están cambiando. El National Theatre nos regaló durante meses parte de su catálogo y hacía tiempo que algunos cines habían comenzado a incluir piezas teatrales entre sus películas. Una maravillosa oportunidad de asistir a producciones que de otra manera sería imposible. Pero como también dije cuando hablé de los cambios que se están produciendo en el cine: nunca abandonemos las salas.
Público
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