Animación
Hace ya tiempo que Pixar dejó de ser una fábrica de animación infantil para ampliar la base del género, o tal vez comprendió que eran los niños los que habían dejado de ser como éramos nosotros en tiempos de Dumbo y Pinocho.
De hecho, con Del revés, llegó al colmo de la sofisticación convirtiendo en materia narrativa el desarrollo de las emociones. Su director era Pete Docter, uno de los dos artífices de Soul, y creo que existe una relación importante entre ambas películas.
En esta ocasión todo comienza como una encantadora cinta de animación convencional: el protagonista es un entrañable profesor de música en un instituto cuyo sueño es poder formar parte de un grupo de jazz. Cuando esa oportunidad llega, un fatal accidente le hace emprender otra aventura con la que no contaba, nada menos que en el más allá.
En un primer momento, tengo que reconocer que ese cambio me plantea cierto problema. La historia en Nueva York consigue atraparme en pocos minutos y el cambio es fuerte. Por un lado, la historia de superación se convierte en una epopeya metafísica, muy cercana a la antes citada Del revés, pero además hay modelos totalmente diferentes en la morfología de personajes y paisajes. Frente al delicado realismo colorista y otoñal del entorno urbano, en la parte espiritual, los dibujos son esponjosos, incluso picasianos, y los colores vivos en pastel.
Pero pronto, con un retorno a la tierra tan divertido como original, se consigue que ambas zonas más o menos se integren, independientemente de que personalmente hubiésemos preferido una u otra. El guion consigue trenzar un mensaje tan vital como tierno, tan bonito, sin complejos, que es un chute de buen rollo dejarse llevar.
Y alrededor de todo ello, envolviéndolo, la música y la sensación de improvisación que ha hecho del jazz algo grande.
En conjunto Soul es una gozada, siempre lo es retomar la sorpresa que sentíamos cuando empezábamos a descubrir el cine, pero además, es maravilloso cuando se pone en pie con una maestría estética digna del arte pictórico y cuando nos cuenta una historia que, al tiempo que nos hace reír nos acaricia el corazón.
Soul llega, sin duda, para convertirse en un clásico del género.
Público
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