CINE: NOMADLAND de Chloe Zhao

 

USA 2020

Francez McDormand. David Straithaim. Linda May. Charlene Swamkie. Bob Wells. Gay de Forest. Patricia Grier.

Todos esperábamos Nomadland. En un año donde se han retrasado tantos estrenos, esta podía ser sin duda la película del año ( esas afirmaciones tan contundentes son más fáciles en tiempos de carencia). premiada en Venecia, nominada a Bafta, Oscar, Globos de Oro.... ha conseguido situarse en un espacio donde convive el cine independiente con la producción culta de gran consumo. Parecía agradar a todos. En definitiva expectativas elevadas, y puedo decir ya que cumplidas.

Fem es una mujer que, tras perder a su marido, pierde también su trabajo y la capacidad económica de mantener lo que entendemos por una vida estable. El referente es la crisis de 2008 que dejo a tantas personas en la miseria en EEUU pero eso es flexible, podría referirse a cualquier crisis y a cualquier lugar. Como expulsados por ellas, estos seres humanos se lanzan a la carretera en furgonetas o caravanas, y se convierten en nómadas, saltando entre distintos trabajos temporales de todo tipo, formando fraternidades, intercambiando productos en función de sus necesidades y, en definitiva, recorriendo muchos y muchos kilómetros.

Zhao ya lo hizo con su anterior película, la fantástica The Rider. Su cine es una fusión muy acertada entre la ficción y el documental a la que consigue que nunca se le vean las costuras. Leo que algunos de los personajes de esta historia no son actores y que lo que nos cuentan, en ocasiones con la sinceridad que da la frontalidad de su rostro a la cámara, son sus propias experiencias. No me extraña. Todo es creíble, los silencios y las palabras, las actividades cotidianas que se muestran con meticulosidad, los encuentros, esos sentimientos tan contradictorios como libres....

La directora opta por una caligrafía en la que algunos ven a Malick como referente, puede ser, es la de la mirada serena y pausada. Y pone esa mirada en los ojos de una mujer que comienza siendo aprendiz de esta nueva vida y termina eligiendo, tras cerrar el círculo con su pasado. Son sus ojos y sobre todo su sonrisa, lo que va marcando el tono en nuestro conocimiento de esta comunidad, su comprensión, sus dudas, su paz. Frances McDormand hace una de esas interpretaciones que es difícil olvidar, totalmente interior, hecha con lo mínimo, pero totalmente envolvente. No sé si esta será la película del año pero sin duda la suya sí será una de las interpretaciones del año.

Podría parecer que Chloe Zhao ha hecho una película sobre perdedores. Esa sería una lectura comprensible pero superficial, tal vez sólo un punto de partida. Lo que Nomadland consigue transmitirnos no es homenaje, sino admiración y respeto hacia ellos. Estos hombres y mujeres, posiblemente forzados por las circunstancias, se han convertido en una raza diferente, en nuevos argonautas capaces de existir sin necesidad de anclas, personas que, mucho más que ninguno de nosotros, aprende a paladear la vida con cuidado y profundidad, conscientes de cada detalle y cada regalo, con la dedicación necesaria. También son quienes han sido valientes frente a la libertad, pagando cualquier precio, y quienes han aprendido a disfrutar la belleza del mundo que nos rodea, recorriéndolo, palpándolo y pagando con la belleza de su bondad y su solidaridad.

Hay muchas cosas en Nomadland, que quizás nos avisa de que los cambios que nos esperan no siempre se producen con la brusquedad de las revoluciones. Nadie espera de esta historia que nos lancemos a la carretera, pero sí, quizás, que aprendamos a mirar la vida de otra forma.

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