CINE: FALLING de Viggo Mortensen

 

Canadá 2020

Lance Henriksen. Viggo Mortensen. Terry Chen. Sverrir Gudnasson. Hannah Gross. Laura Linney. David Cronenberg. Bo Martyn. Ella Jonas Farlinger. Etienne Kellici. Carina Battrick. William Healy. Bracken Burns. Taylor Belle Puterman. Gabby Velis. Grady McKenzie. Piers Bijvoet. Ava Kozelj. Noah Davis

Sé que el asalto al Capitolio es posterior al estreno de esta película. Pero es importante tener en cuenta que aquella locura fue sólo la consecuencia de algo que, durante mucho tiempo, se venía larvando en el país. Las dos Americas. Aquella aferrada al pasado más tradicional, la de los dogmas y la violencia como forma de diálogo y la que necesita aire para salir de los entornos cerrados, generalmente rurales, para vivir en libertad.

Viggo Mortensen, en esta película tan delicada y compleja, lleva esa dicotomía al entorno familiar, y lo hace con cierta radicalidad en el presupuesto inicial: Willis, en el tramo final de su vida y con problemas de memoria, sigue siendo el hombre intratable y radical que intentó educar a sus hijos en sus ideas, que por el camino hizo infeliz a la madre de las criaturas y todavía tuvo tiempo de hacer sufrir a una segunda esposa. Machista, grosero, homófobo y provocador. Su hijo Joseph, que intenta ocuparse de él, es un piloto gay casado con su pareja masculina, y padres de una niña. 

La acción principal se desarrolla durante una semana en que Willis acude a la casa de su hijo en California, por una confusión sobre su posible traslado y de paso realizar unas pruebas médicas, así como los días posteriores en las que padre e hijo convivirán en la granja. Pero todo ello, se va completando con los recuerdos de ambos, ofreciendo un relato amplio de lo que pudieron ser sus vidas y el camino de mutua decepción.

Lo que podía haber sido un melodrama familiar desaforado, se convierte, gracias a la escritura del guion ( también de Mortensen ) en una narración contenida donde los estallidos son mínimo y breves y donde, junto con una violencia reflejada más en palabras que en acciones, hay mucho del amor confuso que es la sangre que nunca dejará de correr en la familia como unidad de extraña fraternidad. El director es capaz de construir sobre todo a nivel de miradas y silencios. Y aunque es difícil, su verdadera búsqueda es la reconciliación.

Falling es sin duda una película de personajes. Todos están dibujados con precisión pero el peso fundamental está en los dos protagonistas. Para construirlos eran indispensables dos excelentes actores. A Mortensen lo respeto mucho desde Promesas del Este y Greenbook. Aquí hace de nuevo una creación magnífica, llena de matices, bastante diferente a los papeles que le he visto representar hasta ahora. A Henriksen no lo conocía, y tengo que decir que su interpretación es soberbia. Es difícil no odiarlo pero también, en muchos momentos, encontrar en el resquicio de sus ojos el asomo de la necesidad. Su creación es grande, brutal, contundente. Con ellos dos, Falling alcanza una fuerza importante.

No deja de sorprender que, para su primera película como director, el actor haya elegido embarcarse en una propuesta tan difícil. No es sencillo no despeñarse por las emociones más fácil, hay que tener una gran sensibilidad para que una historia tan agria esté pintada de luz. Excelente resultado pues que, espero, sea sólo el principio de una nueva carrera.

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