190 páginas
Disponible en ebook.
Natalia, la protagonista de Un amor, es una mujer que decide abandonar su vida ordenada en una ciudad para, más o menos, forzada por las circunstancias, trasladarse a un pequeño enclave rural en medio de ninguna parte. Lo hace no tanto en el nivel trascendente de cambio de vida como en una especie de intermedio que ni siquiera ella tiene medido.
No es difícil recordar historias con este punto de partida, algunas son de renacimiento, otras, muchas, sobre como adentrarse en un entorno aparentemente sencillo pero que termina mostrándose hostil. Y por supuesto, las hay mejores y peores. La de Sara Mesa es magnífica.
Todo comienza de una forma sencilla, convencional, pero pronto, la narración dejará de serlo para ir mostrando su singularidad. Estamos ante una autora con una mirada propia y una capacidad amplia y nada exhibicionista para ponerla en palabras.
En un amor se mueve en dos niveles: el paisaje y el retrato.
En el paisaje, dibuja a la perfección este lugar aislado y mediocre, extendido bajo un monte, El Glauco, que parece extender la amenaza de su sombra a todo el lugar, como una maldición. También incluye al coro de personajes, algunos con mayor relación con Natalia y más protagonismo en su odisea, todos en cualquier caso, componiendo un pequeño microcosmos. La autora lo desarrolla todo con rigor y precisión a la hora de encajar las piezas, pero además, es capaz de, con una gran sutileza, extender en todas las páginas esa atmósfera de amenaza, de miedo, que es mucho más potente en cuanto que no sabemos si es real.
Por lo que se refiere al retrato, me refiero por supuesto a Natalia. Nunca conoceremos del todo el suceso que la ha llevado a huir. Tampoco lo que ha dejado detrás, familia, amigos.... Pero sí vamos a conocerla a ella, al detalle, poco a poco, vamos a ir avanzando en su interior, eliminando las capas de protección con las que al principio se nos presentaba. No quiero contar nada que desvele lo que, para mi, ha sido la verdadera trama, pero sólo decir que es tal la transparencia con que se nos presenta, que es muy sencillo identificar su comportamiento con la realidad. Literariamente, Natalia no esta lejos de la protagonista de La Carne de Rosa Montero, pero creo que aquí está mejor definida.
Sara Mesa es excelente como narradora, puntillosa en los detalles pero también lúcida en la reflexión, es impresionante como consigue trasladar a palabras las aventuras interiores, convertir la intimidad en territorio, habitar la soledad.
Un amor es un libro magnífico, un descubrimiento en mi caso que sé tardío. Creo que esto exige una reparación, y dentro de la lista de lecturas pendientes, que no deja de crecer, Sara Mesa y alguna de sus últimas novelas, va a incorporarse pronto.
Público
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