Anthony Hopkins. Olivia Colman. Olivia Williams. Mark Gattis. Rufus Sewell. Imogen Poots.
En principio, podría parecer que El Padre es una película convencional sobre la vejez y las relaciones paternofiliales. Nada más lejos de la verdad.
Efectivamente, el argumento en si no tiene sorpresas: la hija de un hombre aquejado de alzheimer, deberá de decidir como avanzar en su vida, equilibrándola con la necesidad de ocuparse de su progenitor. Además, se basa en una obra teatral y la mayoría de la acción transcurre en un único escenario.
Sin embargo, el autor/ guionista/ director ( no conozco la pieza original, por lo que no sé si las singularidades estaban ya en la obra), opta por comenzar a contárnosla como si fuese un thriller.
La elección es perfecta como lo es el desarrollo. Así, desde la tensión, nos va introduciendo poco a poco y con una fluidez incómoda, en el cerebro de este hombre, y generando un puzzle que adquirirá al final todo su sentido. Creo que entre todos los aciertos de esta propuesta, el mayor es conseguir trasladarnos la confusión que sufre el protagonista, hacernos parte de su mundo interior, llevarnos a compartir su incertidumbre. También que, sin renunciar en absoluto a la dureza del tema a tratar, no hay ni un asomo de sordidez y la emoción surge del desarrollo real de la historia.
La caligrafía es elegante. Las referencias musicales precisas. El envoltorio por lo tanto perfecto, con la serenidad que tantas veces nos ha trasladado el cine británico. Importante señalar que el director en ningún caso comete el error frecuente de intentar que se olvide el origen teatral del material. Sólo utiliza esas posibilidades para incluir planos evocadores de los escenarios vacíos que, de alguna manera, nos van ayudando como guía en la narración, al tiempo que nos dan cierto reposo en este viaje tan dramático.
He dejado para el final la interpretación. estoy de acuerdo en que el papel protagonista era una oportunidad para cualquier gran actor. Pero el nivel de Anthony Hopkins es inigualable. es tanta su verdad que duele. nos empapa de tristeza desde su simpatía, su desconcierto, su lucha y su ansiedad. Es impresionante y voy a decir algo que entiendo que no se debe de decir: sólo por verle, ya merecería la pena. A su lado, lo mejor que se puede decir del resto del elenco, capitaneado por Olivia Coman, es que están a la altura.
El Padre no es una película más sobre la vejez. Es un retrato de la soledad y de la pérdida, de esa etapa a la que todos, desde ambas posiciones llegaremos. Y lo hace con una estructura inteligente pero que deja fluir la emoción , que tantas veces está en las miradas y en los silencios. Personalmente, me llega en un momento en que me toca cerca. Precisamente por eso me hubiese molestado cualquier impostura. No la hay, he sufrido, me he emocionado, y me he sentido menos solo, entendiendo que no es más que la vida, nada menos que la vida.
Público
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