NOVELA: CARTA A LAS NOVIAS PERDIDAS de David Torres

 

Algaida

336 páginas

Disponible en ebook.

Premio Ateneo de Valladolid

Nunca recuerdo bien la frase de Tolstoi tan repetida, y que también Torres utiliza en esta novela, la de que todas las familias felices lo son iguales pero las infelices lo son cada una a su manera. Creo que es algo así.

En esta extraña propuesta, lo primero es decidir si la familia de Pablo y Fran es infeliz o no. Posiblemente podría definirse a todos y cada uno de sus miembros como fracasados, de una u otra manera. Pero no por ello han dejado de tener sus momentos de gloria y son capaces de disfrutar de los momentos. Infeliz, supongo.

Pablo regresa a su hogar gris de barrio gris, para ayudar a su hermano a afrontar la demencia de su padre y la desaparición de su madre. Él es un trotamundos algo cutre que cambió la literatura por las guías de viaje más o menos tramposa. Lo que se encontrará al volver, es el pasado, el presente y, en definitiva, una historia dura que intentará superar con una imaginación tan vívida que es capaz de hacerla real.

Tengo que reconocer que no me siento a gusto leyendo Carta a las novias perdidas, algo que comenzó a ocurrirme a mitad de la novela. Por lo general, me admiración por David Torres es absoluta, me encanta su prosa, heredera de la tradición quevedesca, y sobre todo, su capacidad como fabulador y urdidor de historias. Y lo cierto es que aquí hay en ese sentido muchos aciertos. De hecho es una obra a la que, recordada, no le encuentro fallos.

Sin embargo, hay un momento en que empiezo a desiorentarme en su lectura, con episodios que remiten a lugares diferentes y que me pierden porque no terminan de cuajar. Creo que hay cierto regodeo circular, falta de avance. No lo sé. Pero me canso y no me enamoro de los personajes ni de sus aventuras. Posiblemente hay demasiadas cosas y posiblemente ninguna totalmente desarrollada.

Como siempre, y más en estos casos de escritores admirados, dejo la duda. Tal vez sea mío el problema, tal vez no era el momento para ese libro o tal vez no haya conseguido entrar a lo que el autor me ofrece. Es más seguro confiar en David Torres que en mi. Al menos en estos aspectos.

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