CINE: DEJALES HABLAR de Steven Soderbergh

 

USA 2020

Meryl Streep. Candice Bergen. Lucas Hedges. Diane Wiest. Gemma Chan

HBO

Cuando sorprendió en Cannes con la para mi sobrevalorada Sexo, mentiras y cintas de video, nadie podía imaginar que la carrera de Soderbergh iba a llegar a estos niveles de extravagancia. 

Comparar por ejemplo Bubble, su propuesta más radical, con Ocean's eleven, es un ejercicio imposible. Comedias elegantes con sabor clásico como Crueldad intolerable, vehículos para lucimiento de grandes estrellas como Julia Roberts.... todo tiene cabida. Aun así, sorprendentemente, sigue manteniendo su pátina de autor independiente. Quizás porque lo cierto es que parece que siempre ha hecho lo que le ha dado la gana.

Y, por supuesto, porque es un buen director. Muy bueno a veces incluso. Creo que su mayor virtud es conseguir dotar a todas sus historias de una especie de ligereza juguetona, de aceptar como positivo la intrascendencia. Quizás es una forma de recordarnos que el entretenimiento fue siempre uno de los objetivos del cine y que esto no tiene porqué estar reñido con la inteligencia.

Soderbergh es además un hombre culto en lo que se refiere al séptimo arte y no es raro encontrar en sus películas referencias y homenajes.

En ese sentido, probablemente la de Déjales hablar sea la más extrema. Hace unos años, Manoel de Oliveira embarcó en un crucero a una madre con su hijo pequeño para una travesía por el Mediterráneo. También ahí  había tres mujeres que conversaban todas las noches durante la cena en la mesa del capitán. Pero lo más sorprendente es la coincidencia en sus títulos: se titulaba Una película hablada. ¿Podríamos decir que es este el reverso americano de una cinta tan europea como la del portugués o que esta sólo le ha servido de inspiración?. 

Aquí son tres amigas. Una de ellas escritora de éxito, que viajan desde EEUU a Inglaterra con la excusa de que esta recoja un prestigioso premio. No se ven desde hace décadas y este encuentro podría servir para retomar su amistad y cerrar heridas del pasado. La compañía del sobrino de la protagonista y la intromisión de su agente literaria, le dan a la trama cierto movimiento. Pero no esperemos estallidos catárticos ni grandes dramas. Antes citaba la ligereza del director y ese es el tono general de toda la cinta.

Posiblemente Déjales hablar no sea una película importante a pesar de tener buenas interpretaciones y estar bien escrita, pero sí es disfrutable y más que correcta. Soederbergh consigue crear alrededor de los personajes la sensación de mundo aparte del crucero, casi un microcosmos, y , lo que más me gusta, maneja a la perfección, con sutileza, las insinuaciones, hasta el punto de que parece ser más importante lo que se calla que lo que se cuenta. Desde ese punto de vista, es capaz de establecer un diálogo muy entretenido con su público.

Alguna vez he dicho que la frivolidad estaba infravalorada, que gozaba de mala prensa frente a la sobrevalorada trascendencia. Creo que obras como esta, inteligente pero con sus pretensiones muy medidas, son un claro ejemplo para un debate al respecto.

Público   

  

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