Esta mañana tenía un correo vuestro informando, confirmando.
Los Kamikazes abandonan el Teatro Pavón, dejan de tener una casa estable. Y nosotros.
Creo que lo he comentado algunas veces: el proyecto Kamikaze es un regalo para quienes amamos el teatro; un proyecto de teatro privado impulsando la creación contemporánea y el nacimiento de nuevos públicos. Un proyecto de riesgo y, sobre todo, de infinita generosidad.
Lo último, Traición, pero antes no recuerdo cuantas veces. Idiota, La Voz Humana, El tratamiento, Misántropo, Tebas Land, Jauría.... cuantas horas.
Veo que ya he publicado esta foto vuestra otras dos veces en este blog. Una con motivo de un premio, otra de un amago que ahora se confirma.
Es triste, muy triste. Sois unos valientes, sois unos visionarios. No hay muchos así que además dediquen toda esa sabiduría a algo tan dudosamente rentable como el teatro. Quiero veros de nuevo. Entrar en una sala y que, como siempre, uno de vosotros salga a saludar antes de la función. Os necesitamos, nos habéis creado adicción.
Gracias. Y mil veces gracias.
Público
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