SERIE TV: LA MALDICIÓN DE BLY MANOR de Mike Flanagan

 

USA 2020

Directores.-

Mike Flanagan. Ciarán Foy. Axelie Carolyn. Liam Gavin. Ben Howling. Yolanda Ramke. E.L.Katz

Intérpretes.-

Victoria Pedretti. Amelie Bea Smith. Benjamin Evan Ainsworth. Rahul Kohli. T'Nia Miller. Henry Thomas. Catherine Parker. Oliver Jackson Cohen. Andrew Neil McKenzie. Tahirah Sharif. Kate Siegel. Alex Essoe. Amelie Eve. Calix Fraser. Matthew Holness. Martin McCreadie. Roz Murray. Christine Burke. Jim Piddock. Daniela Dib. Jill Morrison. Roby Attal. Greg Sestero. Duncan Fraser. Tim Beckmann. Lynda Boyd. Ken Kramer. Thomas Nicholson.

Duración.-

9 capítulos - 50' c.u.

Netflix

Después del buen sabor de boca que me dejó La maldición de Hill House y teniendo en cuenta que la base era en esta ocasión Otra vuelta de tuerca de Henry James, me apetecía mucho entrar en Bly Manor.

No sé si James podría llegar a imaginar que de su extensa producción literaria, esta novela breve de fantasmas iba a ser la que gozaría de mayor popularidad, llegando a convertirse en una ópera, inspirando varias películas y, obras de teatro y, en este caso, una serie de televisión.

Los elementos son pocos y comunes, una institutriz, dos niños huérfanos y una historia oculta entre el jardinero y la anterior cuidadora. Lo que convertía en inquietante el relato era la incertidumbre sobre aquello que sólo podíamos intuir, si los fantasmas de veras estaban allí o eran fruto de la torturada mente de la institutriz, si los entes del más allá poseían a los niños o, al contrario, estaban atrapados por ellos, que era lo que había ocurrido en aquella mansión....

Mike Flanagan toma, como punto de partida dos decisiones que en principio me parecen aceptables: 

Por un lado actualiza la trama, trayéndola a nuestros tiempos, lo hace de forma correcta, encaja perfectamente las piezas y los comportamientos.

Por otro, extiende la trama en aquellas partes que en la narración original sólo se citaban de forma tangencial o se intuían, la historia de los padres de los niños, el pasado de la institutriz.... lo hace con mayor o menor acierto y sin duda hace perder parte del misterio, pero también con corrección y con claridad narrativa.

Lo cierto es que en los primeros seis capítulos de Bly Manor, disfrutamos con una historia que consigue darle otra perspectiva a una narración que ya conocíamos, lo hace con una producción muy correcta y consiguiendo asustarnos, con la textura de esos relatos de miedo que se cuentan a la luz de la chimenea.

El desastre llega con los tres últimos capítulos. Y soy radical al denominarlo como desastre porque todavía no me he repuesto ni he conseguido entender que ha podido llevar al director a cometer este destrozo con el material que contaba y lo bien que iba.

El capítulo séptimo es un galimatías imposible, confuso e hilarante por momentos entre los muertos y sus recuerdos, la posesión, la necesidad de escapar..... incomprensible, infantil, priva a los personajes que hasta entonces habían llevado el peso del horror de  cualquier nivel de amenaza, pasando a ser una especie de llorones....aburre.

El octavo es peor aun. En blanco y negro, viajamos siglos atrás para que nos cuenten una historia familiar que, se supone, es el origen de la maldición de la mansión. Por un lado, la narración propuesta es tan plana como confusa, pero, además, su existencia deja sin contenido toda la base del relato, desmonta el centro de atención, lo convierte todo en otra cosa.

Y llega el último, donde  no sabemos porqué, el creador decide que esto hay que concluirlo con una trágica  historia de amor. Ya dan igual los niños, la mansión, el subtexto de la novela sobre la infancia corrompida o corruptora, el equilibrio entre lo real y lo imaginado, la lucidez o la locura.... ya es otra cosa. Otra vuelta de tuerca ha desaparecido definitivamente y a cambio tenemos un pastiche aburrido y desorientado.

A veces, las series televisivas tienen ciertas obligaciones, generalmente relacionadas con la duración. Vale. Asumido. Pero no por ello debemos de dejar de exigir un mínimo respeto cuando el material de base elegido es de esta calidad.

Decepción absoluta. Y mira que había empezado bien....

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