Dulamjav Enkhtaivan. Aorigeletu. Norovsambuu. Gangtemuer Arild
Es esta una de esas películas perjudicadas por la pandemia. Se estrenó en el mes de junio, cuando las salas intentaban regresar a la normalidad y cuando muchos comenzábamos a volver, con franca emoción y mucha hambre. No dio tiempo a ver todo aquello que llegaba, y muchas desaparecieron sin que pudiésemos disfrutarlas. Tenemos suerte de que plataformas como Filmin las recuperen y nos den la segunda oportunidad, en casos como este es muy de agradecer.
Ondog comienza con un cadáver de una mujer en la estepa, un policía pasara la noche allí para evitar que los lobos lo devoren, acompañado de una pastora a la que conocen como Dinosaurio. Habrá autopsia, un agente a punto de jubilarse, un motorista que cruza la llanura como un caballero solitario....
Y hay un director detrás que opta por un tiempo sereno, tranquilo y lento, supongo que hasta la exasperación para algunos. A mi me parece una gozada que comparta con nosotros esa capacidad de observación.
Desde el punto de vista antropológico, es casi un documental de un estilo de vida tan lejos y tan cerca que nos puede llevar a reflexionar sobre la verdadera importancia de las cosas. Culturas que nos parecen atrasadas y que historias como estas nos hacen dudar de si no serán mucho más lúcidos que nosotros.
El huevo del dinosaurio es sin duda un homenaje a los cielos de Mongolia, pero yo lo veo como lo más parecido a un largo poema en imágenes. Delicado y hermoso. Esas panorámicas limpias, abiertas, donde la cámara se limita a moverse de un lado a otro para captar toda su grandeza, las luces del anochecer .....
En este paisaje inmenso, brilla el personaje principal, esa mujer única y fuerte que parece fundirse con su montura como un animal mitológico. Sí, tal vez un dinosaurio, pero seguro que este conseguirá sobrevivir y extenderse por los siglos de los siglos, esperemos que nadie se ocupe de intentar civilizarlos.
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