358 páginas
Disponible en ebook.
Premio Nobel 2019, no sé porqué nunca había leído nada de este autor, a pesar de tenerlo perfectamente localizado como un escritor importante.
No ayudaron mucho sus ideas políticas.
En cualquier caso, llego, tarde pero llego.
No sé si todas sus obras se mueven en el mismo estilo que La ladrona de fruta.
Esta prosa melíflua, envolvente y que te abraza y te lleva con ella a lo largo de una historia que se va moldeando, o esa es la sensación que tenemos, mientras se desarrolla ante nuestros ojos.
De hecho, comenzamos escuchando al narrador. Es él quien comienza el viaje, quien nos lo anuncia, quien se ocupa de buscar y describir al personaje principal...
Y sin que nos demos cuenta de como, nos encontramos caminando con ella.
Alexia es una joven enferma de aventura.
Necesitada de movimiento, de viaje, de búsqueda.
En este caso, una excursión sin rumbo aparente por la Picardía francesa, a golpe de mochila e imprevisión.
Handke convierte este viaje en una Odisea rural.
Un recorrido con cierta sensación de pérdida y encuentros singulares.
Descrito a través de sus sentidos, su oído, su mirada....
Es un viaje, sobre el camino, sobre el destino, sobre los accidentes del trayesto y la sorpresa, pero también sobre el propio viaje.
Y sobre todo, escrito con una aparente ligereza que sólo puede surgir de mucha inteligencia y de mucho trabajo.
Es una literatura difícil, que exige un compromiso, una entrega, por parte del lector. Confianza absoluta en el autor y seguridad de que podemos incorporar a la lectura nuestra propia interpretación, es decir, que la obra es también nuestra.
Por mi parte percibo esta novela como un conjunto de texturas con mucho de espiritual, la sensación de que cualquier viaje interior puede ser eternos y efímero al mismo tiempo.
No puedo dejar de pensar, me ocurre siempre cuando leo una obra así, como se escribe, cual es la libertad que el autor se permite, cual es la aportación de esa libertad....
Libros, libros, libros.
Tanto que contar, y también, tantas formas de contarlo.
Comentarios