270 páginas
Disponible en ebook
Tengo que empezar trasladando mi absoluto desconcierto, y no positivo, sobre esta novela que, por otro lado, he leído y terminado sin grandes esfuerzos.
Posiblemente influyesen mis expectativas siempre altas sobre McEwan y mi interés por el género de la distopía.
Me cuesta hablar de decepción, pero he estado cerca.
El autor nos dibuja un Londres reconocible en fechas y menos en atrezzo.
Su protagonista decide adquirir un androide de última generación, casi humano.
Los aciertos de la obra están precisamente en la relación entre ambos y el desarrollo de la "máquina" en su integración con el entorno. La comprensión de conceptos como verdad y mentira. La reacción de los humanos ante sus interferencias.
Todo ello, sin embargo, se encaja en una historia que deriva en conceptos generales como la aceptación de la venganza o el concepto de la familia.
Posiblemente McEwan , en su punto más extremo, esté escribiendo una novela sobre la pureza.
Pero tengo la constante sensación de falta de foco.
No consigo interesarme más que a ráfagas.
Sin duda, a mi entender, esto es lo más parecido a una obra fallida: nadie duda que hay oficio y talento, hay material.
Y sin embargo el resultado final está muy lejos de ser satisfactorio.
Público
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