NOVELA: LOS TESTAMENTOS de Margaret Atwood

Salamandra
448 páginas
Disponible en ebook

Leí El cuento de la criada unos años después de que se publicase, pero, en cualquier caso, hace ya más de treinta.
Guardo un recuerdo muy rico de esa distopía, por lo que tenía de premonitorio en su condena de los fanatismos religiosos pero, sobre todo, de la utilización que, de los mismos, podía llegar a hacer el poder.
La recuerdo también como una novela apasionante desde el punto de vista narrativo.
Hubo una película muy floja, creo que dirigida por Volker Scholondorf, pero el reconocimiento masivo, ha llegado hace unos dos años gracias a una serie de HBO al parecer excelente.
No sé, llegados a este punto, si la decisión de Atwood se debe de que verdaderamente sentía la necesidad de ponerle un fin más contundente a la historia o a aprovechar el tirón mediático.
En cualquier caso, no cabe duda de que nos encontramos ante una escritora muy sólida ( que a lo mejor recibe esta tarde el Nobel de Literatura ) y que, en cualquier caso, todos teníamos interés en saber más sobre Gilead. Por eso, en cualquiera de los casos, estoy seguro de que muchos de los que disfrutamos con la primera entrega nos hemos lanzado a por esta.
El resultado no puede calificarse de fallido. De hecho es muy bueno en algunos aspectos. Sencillamente, no está a la altura de su precedente.
Por un lado, está claro que falta la sorpresa. El descubrimiento que iba produciéndose en la lectura de El Cuento sobre las claves, usos y maneras, de esta civilización misógina, no aparece en Los Testamentos. Más o menos lo sabemos todo.
La autora parte de tres líneas narrativas que terminarán uniéndose.
En una de ellas, la protagonista es la hija de unos revolucionarios fugados, en la segunda, una joven habitante y sufriente del nuevo imperio. La tercera, posiblemente la más interesante, retoma el personaje de una de las Tías, la más cruel, la más inteligente, y de su mano, nos asomamos a los orígenes de la aberración.
Es fácil engancharse, la primera mitad del libro funciona a la perfección. Atrapa. La estructura de clases y las maniobras de poder, siguen siendo modélicas, minuciosas en su creación de un mecanismo perfecto de opresión. Me sigue fascinando la estructura de clases y sus múltiples referencias bíblicas y económicas.
Sin embargo, creo que donde necesitaba más y no lo tengo es en el aspecto narrativo.
Por un lado, en lo que respecta a los orígenes, la información se me queda corta. No termina de redondear. No pasa de un inicio, pero no comparte con nosotros lo que sería más interesante y es la inspiración y creación de todo el entramado. Ese personaje tan contundente nos hurta lo que podría convertirla en un verdadero monstruo.
Por otro lado, la epopeya de las dos jóvenes se me hace fácil y apresurado, como también se me hace el final en sí.
La coda histórica, más allá de dar las últimas informaciones sobre un Gilead ya extinto, tampoco aporta mucho e incluso se permite un punto sentimentaloide que no termina de encajar.
Probablemente Los Testamentos sea en si misma más válida que como continuación.
No es, repito, una mala novela ni mucho menos. Es fundamentalmente una novela de la que esperaba más.

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