NOVELA: EL BAILE DEL RELOJ de Anne Tyler

Lumen
344 páginas
Disponible en ebook

Esta nueva novela de Anne Tyler, tiene una estructura de dos partes claramente diferenciadas:
La primera podría funcionar en forma de largo prólogo. Son tres episodios de la vida de Willa, la protagonista, separados en el tiempo, cada uno encerrado en si mismo, pero capaces en conjunto, de mostrar el transcurrir de una vida más o menos corriente.
Casi sin darnos cuenta, ya sabemos como se relaciona con los demás, como reacciona ante cualquier asomo de dramatismo, su capacidad para analizar aquello que tiene más cerca...
La segunda parte podría considerarse la novela propiamente dicha. Nos encontramos con la protagonista muchos años después del último episodio, cuando tenemos ya la sensación de conocerla. Una vida plácida con su segundo marido. Con sus dos hijos claramente emancipados y alejados de ellos.
Como siempre en las novelas de Tyler, un suceso inesperado, pero no excesivamente dramático, incluso un poco cómico en su vertiente absurda, viene a modificar el entorno cotidiano. En este caso, una llamada que implica a Willa en un suceso de la antigua novia de uno de sus hijos.
De forma impulsiva, ella acudirá a ayudar a Denise y a cuidar de su hija, de apenas nueve años, desplazándose para ello a Baltimore.
Allí, durante una semana, vivirá una fase de descubrimiento, integrándose en una desordenada comunidad entre la que no tardará en encontrar algo más de si misma y en ser feliz.
Soy un admirador incondicional de Anne Tyler, ya lo he dicho muchas veces.
La considero la versión moderna de Jane Austen, el Jonh Updike femenino.
Creo que hay que tener mucha sensibilidad y sabiduría para ser capaz de observar así, de detectar la intimidad de cada corazón, pero mucha más para escribirla consiguiendo que no se pierda en el camino la esencia.
Admiro por lo tanto su técnica narrativa pero también su humor, y sobre todo, esa ligereza que consigue imprimir a todas sus páginas.
Muchas de sus novelas son buenas. Otras como esta, son fantásticas.
Aquí está lo mejor de Tyler. Esa capacidad de apuntalar pequeñas situaciones y convertirlas en apasionantes. De convertir cualquier cosa en corriente y hacer que lo corriente parezca hermoso. Especialmente, su precisión a la hora de dibujar personajes por dentro y por fuera.
En muchas ocasiones, se dice que es uno de esos narradores capaces de contar la vida. Correcto. Pero es todavía más importante como la cuenta. Con bondad, con generosidad.
En la lectura de las obras de Anne Tyler tengo una sensación particular: no es que nos esté contando historias, es que está compartiendo un don.
Salir de una novela de esta autora, siempre con una sonrisa y un poquito de nostalgia, se hace con el corazón más limpio.

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