LA JOVEN AGNES

El verano pasado la descubrí.
Sé que llego muy tarde. Imperdonable. Sabía que existía, claro. Como toda la pandilla de la Nouvelle Vague.
El verano pasado, como digo, la conocí. Disfruté de Caras y Lugares, un juguete maravilloso. Vital y alegre.
Creo que si alguna vez fue realidad ese tópico de que la juventud está en el espíritu, ha sido con Agnes Varda en esa película. Sus ojos y su mirada la convierten en una niña.
Curiosa, tierna, inquieta, con capacidad para sorprenderse e inventar. Generosa.
Hoy dicen que se ha ido....
Los niños, lamentablemente, también fallecen a veces.

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