Saoirse Ronan. Margot Robbie. Joe Alwyn. Jack Lowden. David Tennant. Guy Pearce. Ian Hart. Martin Compston. Brendan Coyle. Gemma Chan. Eileen O`Higgins. Liah O`Prey. James McArdle. Benny Bereal. María Victoria Dragus. Ismael Cruz Cordova. Kadiff Kirwan
Si se ha leído la excelente biografía escrita por Stefan Zweig sobre María Estuardo, es difícil mantener la leyenda que la convierte en una heroína romántica.
De todas maneras, nunca le pedimos demasiado rigor histórico al cine clásico de género ( desde Cleopatra a la misma María Estuardo de John Ford, pasando por muchos otros ejemplos).
Estaba claro el objetivo de estas películas y lo cumplían: la evocación y el entretenimiento. Con cierta base real, por supuesto, pero llenando las lagunas con pura ficción o incluso ajustando algunos datos conocidos.
Esta es también la dinámica de algunas series como Los Tudor, saldadas con enorme éxito.
Por lo tanto, asumido ese concepto de ficción histórica, hay que acercarse a estas propuestas sin demasiados escrúpulos en lo que se refiere a la verdad.
Es una decisión de partida de sus creadores: decidirse por el estricto rigor histórico o por la leyenda. Sin duda la leyenda siempre ofrece más posibilidades dramáticas.
No por ello hay que dejar de ser exigentes.
Y María Reina de Escocia cumple a la perfección con lo exigible.
Por un lado un guion capaz de mantener la atención, de acercar los conflictos de entonces al espectador de hoy en día.
Por otro, una producción estéticamente memorable y que presente una puesta en escena rigurosa en cuanto a usos y costumbres.
María Reina de Escocia da en el clavo en estos dos puntos.
La historia es de por si atractiva ( lo es incluso la cierta, la que aquí no nos cuentan ) y esta muy bien narrada, incidiendo en la rivalidad entre dos mujeres tan potentes como la propia María y la Reina Isabel de Inglaterra. El direcor las convierte en dos iconos perfectamente definidos y opuestos, una la mujer libre y enamorada de su libertad, ambiciosa y valiente, la otra, la que en apariencia es voraz, una reina insegura y refugiada en un disfraz tan duro como cruel. Incluso, gran parte del metraje lo organiza en un montaje paralelo de ambas.
Otorgarle a la narración cierto toque feminista supone una inteligente puesta al día.
La dirección artística es capaz de captar toda la belleza del paisaje escoces y la grandiosidad de los escenarios ingleses. No ahorra la oscuridad del entorno del norte, en una visión más tenebrista que contrasta con el deseo vital de la protagonista. Tanto en esto como en el vestuario, es impecable.
Otro factor a favor son sus intérpretes.
La elección de las dos protagonistas puede llamar la atención por su juventud. Son personajes que hemos acostumbrado a ver en rostros de intérpretes más consagradas. Pero lo cierto es que Ronan y Robbie están más cerca de la edad real de las monarcas de lo que lo estaban sus antecesoras en estos papeles. Las dos hacen una creación perfecta e iluminan el alma que suponemos en su interior.
Resumiendo, María Reina de Escocia es una buena muestra de cine histórico al modo clásico. Una obra encomiable y por encima de la media. Muy atractiva y muy disfruable.
La verdad queda para, por ejemplo Stefan Zweig. Aquí nos dan otra cosa. Buena.
Público
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