CINE: DOGMAN de Matteo Garrone

Italia 2018
Marcello Fonte. Edoardo Peace. Nunzia Schiano. Adamo Dionisi. Francesco Acquondi. Alida Baldari Calabria. Aniello Arena. Gianluca Gorbi

Dogman es un retrato de la miseria.
Un oscuro retrato de la miseria, sin ningún respiro.
Lo hace a través de un personaje: Marcello.
Un cuidador de perros, que desde su propio aspecto físico parece trasladar su debilidad, su fealdad, casi su ridículo.
Además de su negocio canino, trapichea con drogas y colabora en algunos robos menores, todo para convertirse en el criado de un macarra, mafioso de poca monta.
Marcello tiene arrebatos de bondad que sólo aparecen alrededor de los animales, con quienes sin duda se siente más cómodo que con los seres humanos. También con su hija. Con ella comparte la afición por el submarinismo, las únicas escenas que parecen recordarnos que, además de esta sórdida realidad, existe también la belleza.
Pero donde Marcello encaja de verdad no es en esas profundidades azules sino en el escenario desesperado del barrio que habita.
Ahí tiene sentido su moral rastrera, capaz de traicionar por miedo o por un abrazo comprado. De dejarse engatusar por sentirse un poco importante para alguien.
Su final, comparado por algunos con Perros de Paja, a mi me parece sólo otra muestra de esa miseria, de ese equívoco interior, del laberinto en que se mueve en relación con el bien y el mal. Como venganza es rastrera, no alcanza ningún nivel de grandeza.
Lo importante es el retrato. Complejo. En ese sentido ese largo final en soledad es tan correcto como descorazonador.
Garrone acierta en un tono sobrio y en una historia simple. Para hacerla importante y darle entidad, rodea de referencias al personaje central. Se convierte así en un ser casi mitológico, de leyenda, que podría habitar cuentos terribles en lugar de estar en nuestro día a día.
Quizás si somos capaces de mirar la realidad individualizando a cada ser humano, todos alcanzaríamos este nivel. A fin de cuentas estamos hechos a imagen y semejanza de los dioses. Aunque conviene no olvidar que también existen dioses oscuros.
Marcello es patético y debería de llamar a la compasión. Sin embargo, a mi ni siquiera me produce pena. Me parece un miserable, digno de su destino. Que difícil una película donde ningún personaje te genera la mínima simpatía.
No sé si Garrone cuenta una historia aislada o pretende hacer un retrato, llamarnos a ver lo que va creciendo a nuestro alrededor en una Europa tan plural y desigual como desorientada.  Cierto nivel de abstracción me hace pensar que esto último es su verdadera intención Si así fuese, el mensaje sería terrible.
Dogman me parece una buena película, muy buena en algunos aspectos. Pero no me gusta.
No me gusta pensar en un lugar donde los hombres perro sólo pueden agachar la cabeza o morder. Donde no existe la dignidad.
No la tiene Marcello.
Ni siquiera al final.

Público
         

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