CINE: HIGH LIFE de Claire Denis

Alemania/ Francia/ EEUU/ UK 2018
Robert Pattinson. Juliette Binoche. André Benjamin. Mia Goth. Lars Eidinger

La primera reflexión:
No entiendo ( aunque me divierte ) la polémica valoración de esta película.
Para unos es un bodrio, una propuesta tan pedante como pretenciosa. Un ejercicio de divismo.
Para otros, nos encontramos ante una incontestable obra maestra, una historia alucinante y alucinada.
Los admiradores y los detractores sólo parecen coincidir en un aspecto, en el aparente desorden de la narración y la necesidad de que el público se involucre para poder construirla. Pero lo que para unos es simple desorden y torpeza, para los otros supone un precioso riesgo, un ejercicio mental casi onírico.
Personalmente me gusta mucho la ciencia ficción. La buena. Aquella capaz de crear mundos diferentes que no sólo se muestran en los paisajes y objetos, si no que pueden ofrecer una nueva filosofía y una nueva concepción antropológica.
La historia de High Life se desarrolla en una nave perdida en el espacio. Allí, un grupo de presidiarios intentan cumplir una misión suicida que les ayude a redimirse. El objetivo inicialmente es extraer energía de un agujero negro. Pero la presencia de una peligrosa doctora entre ellos, los convierte en conejos de indias de sórdidos experimentos. O sea, perdidos en el espacio y un científico loco, lugares comunes, nos suenan, pero esta cinta no se parece nada a aquello a lo que estamos acostumbrados.
Es cierto que la cinta incluye flashbacks y breves referencias que nos obligan a adivinar aquello que no se cuenta, pero, sin considerarme destacablemente inteligente, no tengo ningún problema para seguirla y llegar al final.
Claire Denis no es una directora a quien en un principio identificásemos con la ciencia ficción. Sus películas son exploraciones del ser humano en situaciones extremas. Rozando en ocasiones la locura ( Una mujer en África, el contrapunto de Memorias de África ). No se podía esperar que su incursión en el género fuese convencional. Por supuesto, no lo es.
Por un lado, ya hemos citado cierta desestructuración narrativa.
Por otro, se adscribe claramente en la corriente de creaciones que optan por un nivel metafísico, no de entretenimiento. Eso la convierte, las convierte, en obras tal vez más complejas de lo habitual ya que se acercan generalmente a la abstracción, a lo simbólico. High Life está mucho más cerca de Stalker y Solaris que de Star Treck, por ejemplo.
Además, opta por centrar su mirada en los personajes, en sus silencios, en su angustia. Hablamos de, como dice uno de ellos "la escoria del mundo". Son sórdidos en sus comportamientos. Buscan sexo como forma de rebelión. Se odian. Se necesitan. Son oscuros. Se agreden. Y a mi me trasladan una infinita tristeza. El primer comentario de Monte al bebé está relacionado con heces. Hay mucha ternura en las escenas que implican a los dos personajes, y sin embargo, su amor se inicia ante nosotros con esas palabras.
La estética huye de la limpieza y de los lugares comunes. Más allá de la impactante imagen de los cuerpos flotando en el espacio exterior, lo que destaca son los primeros planos, los rostros llenos de dolor, pero tampoco escatima imágenes de fluidos corporales. El escenario de la nave y los trajes siderales, tienen muy poco de heróico. La suciedad está presente no sólo en las mentes y en las personas, también en el lugar donde se mueven.
Denis configura la cinta como densa narración, que parece no ocurrir. No sé como explicarlo pero tengo la extraña sensación de que soy yo quien la convierto en una historia. De repente se vuelve algo particular, una experiencia casi personal. ¿ Como se consigue eso? no tengo ni idea, pero no debe de ser fácil.
En este entorno, la figura que encarna Robert Pattinson cruza como un extraño héroe. Podría ser un elegido si le concedemos a la narración un nivel mítico. O el caballero que es capaz de enamorar a la bruja de larguísima melena, si decidimos disfrutarlo como un cuento oscuro. Su interpretación consigue es nivel de ausencia, de distancia. Es perfecto para el personaje.
Como todo, en el recuerdo, parece ser perfecto, coherente. Entre el polvo, la oscuridad, el semen o la sangre.
Extraña poesía.
Material, mucho material para la reflexión.
Seguramente siento High Life como una película para pensar. Una cinta importante. Creo que le falta un poco para convertirse en única, pero sin duda es singular. Una apuesta arriesgada y conseguida.Pero no fácil, eso que quede claro.

Público

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