CINE: GIRL de Lukas Dhont

Bélgica 2018
Victor Polster. Arieh Worthalter. Valentijn Dhaenens. Oliver Bodart. Tijmen Govaerts

La escena que abre esta película, es de una calidez totalmente acogedora. El despertar de una adolescente por un niño de seis años que, luego sabemos,, es su hermano. Una situación empapada de luz y de amor.
No tardaremos en saber que la bella protagonista es en realidad un joven transgénero. Pero aun así el tono no cambia: la propuesta, muy rigurosa en toda la información que ofrece, huye de la sordidez tristemente habitual en estas historias.
Lara no sólo quiere ser una mujer, sino que ha elegido una de las metas más identificadas con la delicadeza y la femeneidad: quiere ser bailarina de clásico, y para ello se esfuerza, llevando su cuerpo al límite en una dura academia. Pero parece un reto que no sólo la tortura sino que también le motiva.
A su alrededor, un padre totalmente comprensivo, protector incluso en sus dudas, una familia acogedora, y la aparente aceptación sin problemas tanto de sus compañeros de colegio como de baile.
Girl en su narración es pura delicadeza.
Es admirable el constante equilibrio que el director consigue. Cuando aparece la carga dramática, lo hace sin ninguna ruptura. Son momentos tan contenidos que posiblemente nos golpean de forma más contundente, tan fácil ha sido empatizar con esta aparentemente frágil adolescente. Incluso las referencias a un pasado en otro lugar, simplemente nos informan de forma sencilla de que la vida fue entonces muy lejos de idílica.
La película tiene una importante fijación en el cuerpo´Así lo recogen la mayoría de las críticas que he leído. Un cuerpo que supone una cárcel para su protagonista, un cuerpo que no respeta y que lleva al límite, y un cuerpo que, por otro lado, es su camino a la superación.
Pero para mi es también una película de miradas: aquellas con las que sus compañeras observan a Lara, poniendo en cuestión la aceptación, y también, sobre todo, aquella con la que Lara mira a su alrededor, aquella con la que anhela la normalidad.
Girl no sería lo que es sin Victor Polster.
Sin duda es muy importante el tono del director, pero todo se habría venido abajo sin la verdad que ofrece este joven actor.
Es hermosa, transmite, ya lo hemos dicho, fragilidad, pero también el tesón de un titán. No hay un sólo movimiento, un sólo gesto que no sea natural. Le basta un gesto mínimo para trasladarnos su tormenta interior, y también para hacer que nos sintamos casi responsables de su angustia y su tristeza.
Respecto al esfuerzo físico, me parece que roza la imposible.
Victor Polster es Lara, es Victor. Es una de las interpretaciones más grandes en mucho tiempo.
Esta es una película importante. Una cinta que nos muestra una realidad de forma transparente, evitando incluir más oscuridad de la necesaria pero no escondiendo las dificultades, la enorme travesía que supone el cambio de sexo.
Es increíble que una obra sobre este tema, resulte tan fácil, tan cercana, tan tierna.
Incluso podemos pensarla como un cuento moderno, con un nuevo modelo de princesa, a la que el director regala una última escena de la que todos nos alegramos.
Excelente muestra de cine.
Magnífica.

Público

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