Matt Dillon. Bruno Ganz. Uma Thurman. Riley Kerough. Sofie Grabol. Siobhan Fallon. Ed Speleers. Osy Lkhile. David Bailie. Yu Ji Tae. Marijana Jarkovic. Robert G Slade
Lo siento.
De verdad lo siento.
Siempre he defendido a Von Trier.
Adoro Dogville y Manderley. Me gustó Europa. Me atrapó Anticristo. Me reí con El jefe de todo esto. Me emocionó Melancolía y también Bailando en la oscuridad y Rompiendo las olas....
En todas ellas encontraba además siempre algo diferente. Distinto. Singular.
Me parecía un creador lúcido. Genial casi. O genial muchas veces.
Lo he defendido siempre.
Frente a quienes lo consideraban sólo un provocador o un pedante soberbio.
Hasta ahora.
La casa de Jack es, una vez más, una propuesta identificable con modelos conocidos, algo que el autor suele utilizar como base para convertirla en algo distinto.
En este caso, el thriller con serial killer de protagonista.
Jack es eso, un asesino en serie. Frío, psicópata. Comete crímenes sofisticados. En ocasiones le salva la suerte. Y no puede resistir la tentación de la fama.
Hasta aquí, todo nos suena.
La subversión surge de sus diálogos con un personaje que no conoceremos hasta el final, de sus reflexiones sobre el arte, y de un tono frío, absolutamente frío, meticuloso.
Pues bien, aunque la descripción pueda no sonar más extraña que alguna otra de sus películas, aunque la caligrafía por supuesto sea perfecta, aunque halla destellos..... el problema principal es que la película es un coñazo. Que las dos horas y media que dura parecen una eternidad.
Sobre el delirio de los últimos veinte minutos sólo puedo recomendar que, si el autor te ofrece alguna vez un cigarro, lo rechaces.
Me cuesta entender que un director tan exigente, lance esto a las pantallas. Y sólo puedo entenderlo como una provocación. Que duda cabe, que La casa de Jack multiplica todas las críticas que se le han hecho, desde la alucinación vacía hasta la misoginia. Pero será deseable que la próxima vez quiera responder a sus críticos, escriba una carta, seguro que se la publican.
Sólo hay una cosa que agradezco a Von Trier y es que recupere a un actor como Matt Dillon. Desde que lo descubrió Coppola siempre he pensado que su carrera debería de ser mucho mejor. Aquí hace lo que puede, y lo hace bien.
Pero por lo demás, no puedo calificar esta cinta ni de fallida: me cuesta pensar que ni siquiera su autor se la crea.
Público
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