Eva Melander. Eero Milonoff. Jorgen Thorsson. Anne Petren. Sten Ljunggren. Kjell Wilhelmsen
Me sorprendió, de los primeros comentarios sobre esta película, que la referencia fuese el autor de la novela en la que se basa, así como Déjame Entrar, otra cinta basada también en un relato de John Ajvide Lindqvist, pero realizada por otro director, Tomas Alfredson.
Lo entiendo ahora.
Las dos historias tienen mucho en común y esas similitudes están en el texto.
En la primera, era una niña vampiro la que intentaba esconder su esencia en un entorno cotidiano.
Aquí también hay monstruos.
No voy a contar nada más, para no romper el misterio en un proceso de información perfectamente desarrollado, gracias a un modélico guion.
Pero sí se pueden constatar algunas ideas que siguen emparentando a ambas cintas:
Que nuestra sociedad está poco dispuesta a aceptar lo diferente.
Que en muchas ocasiones es difícil decidir de forma honesta si el mayor monstruo no es el ser humano.
Que en el mejor de los casos, la convivencia puede servir para entender, compadecer, sentirse obligado a ayudar....
Si hay dos aspectos a destacar en esta propuesta:
En primer lugar, la valentía de Abassi, optando por una fisicidad que consigue integrar el relato en la naturaleza otorgándole una dimensión que la acerca a la mitología nórdica y a los cuentos. Lo hace sin evitar la fealdad, atreviéndose a lo desagradable y consiguiendo con ello, una extraña alquimia que regala momentos de belleza ala deformidad.
En segundo lugar, y posiblemente uno de los aspectos por los que Border será recordada, Eva Melander. Cuando buscamos imágenes de la actriz, es difícil emparentar su belleza con el rostro que vemos en pantalla. Aun así, el maquillaje deja toda su fuerza interpretativa en sus ojos y su gesto, y es increíble todo lo que consigue transmitir con tan poco. Furia, amor, dolor, ternura.... desde los planos iniciales que sólo pueden causar rechazo, realizamos con ella un viaje que termina en algo muy parecido en la empatía.
Border es un cinta que sin duda pertenece al género fantástico, pero lo hace con la textura del cine europeo más realista y con la densidad poco habitual en este tipo de historias.
Posiblemente, no apta para todos, pero aquellos que se atrevan, disfrutarán con algo diferente.
Público
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