320 páginas
También disponible en ebook
Por lo que se refiere al narrador omnipresente, creo que pocas veces he tenido la sensación tan estrecha.
Esta claro que Vita Sackeville West no sólo nos está contando algo que conoce por haber vivido desde dentro, si no que además quiere contárnoslo, con un nivel de ironía tan rotundo que sólo es posible desde la autocrítica y la inteligencia. Y también, un poco, desde el rencor.
La novela que nos ocupa, aunque funciona ( y muy bien ) desde el punto de vista narrativo, es sobre todo un retrato de época, de la Inglaterra de los primeros años del siglo pasado, de la clase social a la que pertenecen sus protagonistas ( y sin duda la autora ) la alta aristocracia, pero también, por reflejo y vecindario, del resto de estratos.
Con precisión en contenido, color en el entorno y la capacidad de análisis psicológico de un cirujano, la autora plantea un libro que, sin duda es ficción, pero podría entenderse como una crónica.
Creo que está claro que he disfrutado mucho con a Los Eduardianos. Es como la cara festiva ( aunque amarga ) de un Hrenry James. Esa literatura meticulosa que consigue poner en palabras la Historia a partir de mostrar lo cotidiano y lo íntimo.
Pero además he leído esta novela enmarcándola:
Por un lado, en lo que ocurrió poco después de lo que nos narran, la Primera Guerra Mundial y el comienzo de la decadencia de un modelo de vida, algo que, de alguna manera, presienten algunos de los personajes.
Por otro, recordar que esta autora fue publicada por la editorial que dirigían Virginia Wolf y su marido, algo que permite comparar, o mejor completar, a Sackeville West con la languidez de la autora de Blomsbury. También admirar la modernidad de mbas, dos mujeres en un mundo que pretendía dejarles poco espacio pero en el que ellas se atrevían no sólo a aparecer sino también a experimentar, a llegar más lejos de lo que ningún hombre había llegado. Que dos miradas tan diferentes desde la literatura para contar historias con parecidos personajes.
Por lo tanto, he buceado en Los Eduardianos como una fantástica experiencia en que la narración se ha ampliado más allá de sus páginas. Y todo ello, gracias y de la mano de esta escritora a la que sé que llego tarde.
Gracias a ella, conozco a Sebastian y a Viola, estos dos jóvenes que, de forma diferente, cuestionan a la anterior generación. También a su madre y a su grupo de amigos. Su amoralidad y su convencionalismo. Conocemos la estructura de servicio doméstico, cercana a la esclavitud. Palpamos las costumbres y usos. Y nos dejamos envolver por el colorido y las texturas de unos escenarios tan fastuosos como artificiales, que culminan con la ceremonia de la coronación del Rey Jorge.
Es sorprendente, pienso, que alguien sea tan transparente, tan abierto y tan sincero a la hora de dibujar su propio entorno, aunque sea como marco para una ficción y aunque exista de fondo ( así lo he leído ) cierto impulso de venganza hacia su propia clase.
Vita Sackville West lo hace, y ningún mejor cronista que un protagonista.
Fantástica novela, lo único que me sorprende es que no goce del conocimiento de otros coetáneos. ¿ O lo tiene? ¿ será que soy yo quien está menos informado de lo que creía? ¿ quiero eso decir que me necesitaré miles de años para leer todo aquello que me queda por descubrir???.
Agobio...
Ya habrá tiempo para pensarlo.
Por ahora....
Recomendar Los Eduardianos y buscar otras obras de su autora. Seguro que merece la pena.
Me gusta descubrir. Y sorprenderme.
Público
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