John David Washibgton. Adam Driver. Alec Baldwin Topher Grace. Laura Harrier. Ryan Eggold. Corey Hawkins. Robert John Burke. Paul John Hauser. Craig Mums Grant. Michael J Burg, Chris Banks. Tom Stratford. Jasper Paakkonen. Ashile Atkinson. Ken Garito.
Spike Lee siempre ha sido un claro militante contra el racismo.
No quiero eso decir que todas sus películas basculen sobre el mismo tema. Sólo casi todas. No lo son su mayor éxito comercial, Plan Oculto, y la que para mi es su mejor película ( y una de las mejores de los últimos años ) La Última Noche.
Pero sí lo es, de forma radical, Haz lo que debas, su, por decirlo de algún modo, puesta de largo. Y un hito en el cine político.
Creo que, desde aquellos orígenes, el racismo que denunciaba Lee era el que seguía subyacente en la sociedad americana.
Pero las circunstancias políticas, en especial en los Estados Unidos, le han hecho regresar al panorama público. Ya no hablamos del racismo como deleznable sentimiento íntimo, sino, de nuevo, como actitud social, aceptada de nuevo.
Lo hace basándose en unos hechos al parecer reales y sorprendentes: la peripecia de dos policías, nada menos que uno negro y uno judío, que consiguieron infiltrarse en el Ku Klus Klan.
Desde ese planteamiento, es fácil hacer comedia, pero Lee, que utiliza frecuentemente el humor y también lo hace aquí, es demasiado inteligente como para quedarse en la ironía y convertir la película sólo en una burla.
Si bien este puede ser el punto de partida, el director aprovecha para recordarnos los inicios de la lucha y el sufrimiento de sus hermanos, para impulsar el orgullo de su raza y de formar parte de la misma, y de mostrarnos que aquello que parecía que habíamos superado, sigue lamentablemente presente. Las imágenes finales muestran esa deriva, y concluye con un Trump que no parece alineado precisamente con la lucha por la igualdad.
Cine político. En clave de comedia pero también en clave de crónica. Estética setentera muy reconocible en luz y textura, y mucha, mucha energía, la que siempre ha demostrado este director siempre joven.
Es cierto que la película es eficaz, está muy bien rodada desde el punto de vista narrativo, sin duda Spike Lee es un buen director, un inteligente artesano. Incluso me gustan especialmente alguno de los momentos. Tal vez lo epidérmico de la propuesta, su necesidad de que el mensaje llegue claro y contundente, hace que el resultado pueda ser algo superficial y le falte base para la polémica, evitando grises. O sea, no está a la altura de sus cintas de este "género".
Pero no seré yo quien dude de la necesidad de lanzar estos mensajes, de reiterarlos, de luchar, De hacer lo posible para evitar una involución en los derechos humanos.
Tampoco quien diga que no ha disfrutado de Infiltrado en el KKKlan, incluso en los momentos más maniqueistas y manipuladores.
Público
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