NOVELA: LA TRANSPARENCIA DEL TIEMPO de Leonardo Padura

Tusquets
488 páginas
También disponible en ebook

Leonardo Padura se dio a conocer entre nosotros con las novelas negras de Mario Conde ( ninguna similitud con el banquero ).
Eran breves y efectivas, muy cargadas emocionalmente desde su pintura de la realidad cubana, de ese sueño convertido en fracaso y empapado de un romanticismo triste y de una nostalgia densa por la felicidad.
Eran, son, viajes a la desolación, obras que rezumaban amor por un país y sus gentes.
A mi me sorprendo con dos obras grandes que elevaban su categoría literaria:
La novela de mi vida, un proyecto tan personal como sincero, y seguro, difícil de escribir.
Y sobre todo, El hombre que amaba a los perros, los últimos días de Trotsky, una excelente novela histórica.
No sé si fue ese acercamiento a la historia lo que le llevó a probar la fusión de este género con el policiaco.
Lo hizo en Herejes, donde personalmente creo que no consiguió que dos partes bien narradas justificasen su unión. Y ahora vuelve a probarlo con La transparencia del tiempo, donde incluso va más allá.
A Mario Conde, tan sentimental en lo referente a la amistad, lo involucra un antiguo compañero de colegio en la desaparición de la talla medieval de una virgen negra.
A raiz de este caso, en La Habana se desarrolla esa búsqueda en un universo de marchantes de arte falsarios, de aprovechados y escoria, trasladando más que nunca, la desigualdad entre el infierno y un cielo tan pecador como generador de ira.
Paralelamente, en diferentes capítulos asistimos al viaje de esa reliquia, marcha atrás, en capítulos que presentan adecuadamente desde la Guerra Civil Española hasta Las Cruzadas. Siempre alrededor de un mismo personaje, que en un capítulo final tan confuso, como a mi entender inútil, se descubre como creación del autor.
Bien, la parte histórica es eficaz. Pero francamente, no aporta mucho al conjunto.
En la policiaca, están los pinceles de Padura, su paisaje, su descripción internas externa y su emoción. Están sus mejores valores.
Pero...
La narración en sí, la investigación, llega a una zona central un poco perdida y, no sé si es que la resolución no está a la altura o que la alcanzamos ya un poco cansados, dado que hay muchas páginas sin nuevas aportaciones a la trama.
Leonardo Padura es uno de esos personajes/ escritores a los que, sin conocer, tengo simpatía. No sólo por su visión y su ternura sino porque su sonrisa desde la contraportada de sus libros, contagia buen rollo.
Por lo tanto me cuesta pensar que este nuevo camino que ha emprendido no termina de funcionar. Es valiente e implica ambición, pero echo de menos la efectividad de sus primeras piezas.
Aun así, no le dejaré, no por ahora.
Hay pocos autores que pongan en sus páginas tanto de si mismos, y eso siempre merece un aplauso. Aunque se equivoquen.

Público

Comentarios