NOVELA: EL NIX de Nathan Hill

Salamandra
750 páginas
También disponible en ebook.

No es el primer ejemplo que me encuentro: parece que en USA están renaciendo los escritores con vocación de grandes narradores, algo que queda patente en sus primeras novelas.
El Nix es una ópera prima que, en inicio, sorprende por su ambición: más de setecientas páginas donde, alrededor de un suceso, y con la complicidad de muchos y variados personajes, se lleva a cabo un amplio recorrido por la historia íntima y pública del país.
El desencadenante es aquí una agresión casi infantil de una anciana a un político. A partir de ahí, se produce un reencuentro entre esta antigua activista y el hijo al que abandonó a los ocho años. En la aventura de descubrimiento, de conocimiento de esa madre perdida, viajamos entre presente y pasado, especialmente a los acontecimientos que en Chicago, tras la muerte de Martin Luther King, desencadenaron una batalla entre estudiantes y policía.
De alguna manera, puede vincularse este tipo de propuestas a escritores clásicos del panorama estadounidense, especialmente a Steinbeck. Pero Steinbeck era Steinbeck, algo que no resulta fácil.
Quienes deciden afrontar estos retos, se enfrentan, a mi entender, a dos problemas, de los que Nathan Hill supera uno:
En primer lugar, el aliento narrativo. La capacidad para contar una y muchas historias, para enlazarlas, para darnos a conocer a los personajes y desarrollarlos.... en este aspecto, Hill es excelente. De hecho, creo que lo que salva esta novela es su maestría como contador de historias.
El segundo problema, es más complejo. Se refiere a la concreción. A tener claro lo que se quiere contar y no abusar de la paciencia del lector. A tener cuidado con las disgresiones y, sobre todo, con la ambición de querer contar en un libro demasiadas cosas.
En este último requerimiento, El Nix es un fracaso. No sólo hay muchas líneas que serían prescindibles ( la estudiante que copia el examen y sus movimientos para que expulsen al profesor, los juegos de ordenador y el personaje del líder, incluso el episodio de abuso que sufre el mejor amigo del protagonista ....), lo que infla sin necesidad el número de páginas hasta una extensión muy por encima de la media. También me resulta complejo centrar el foco, saber que es lo que me están contando, hasta el punto de que me desconcierte totalmente el viaje final a Noruega y los descubrimientos en el mismo.
Repito lo que he dicho antes: al margen de esto último, El Nix es un libro muy bien escrito, muy bien planteado, por eso, a pesar de lo poco positivo que es mi análisis final, no puedo decir que su lectura me haya molestado en ningún momento, y más allá de algunas páginas sobrevoladas, tampoco sentí ningún hartazgo.
De todas maneras , espero que esa capacidad de Nathan Hill se vincule a una ambición más moderada y cierta reflexión en objetivos, lo que sin duda servirá para que nos regale libros, seguramente no tan largos pero mucho mejores. Puede, estoy seguro.

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