Penélope Cruz. Javier Bardem. Eduard Fernández. Elvira Minguez. Bárbara Lennie. Ramón Barea. Ricardo Darín. Inma Cuesta. Roger Casamajor. Sara Sálamo
Tiene gracia que a pesar de ser tan diferentes, tanto Woody Allen como Farhadi, recurren a los mismos recursos de partida cuando se deciden a rodar en España: Penélope Cruz y Javier Bardem.
Está bien rodar fuera del entorno habitual, pero apoyémonos por lo menos en las estrellas más internacionales del país, por eso de la seguridad y de no ceñirse a un entorno local de distribución.
No les fallan: en ambas propuestas ( la que nos ocupa y Vicky Cristina Barcelona ), ambos intérpretes dan lo mejor de si mismos. Quien no termina de acertar, en ninguno de los dos casos, son los directores.
Aunque ahora me centraré en Todos lo saben, una última analogía entre ambas: las dos me dejan la sensación de distancia, de falta de verdad, de que su creador está trabajando en territorio desconocido, algo muy incómodo. Sin querer que suene radical, ambas me parecen la película de un turista, aunque la del iraní en menor medida que la catalana.
Vamos con lo que nos cuenta Farhadi.
Todo sucede en un pueblo castellano que vive alrededor de la vendimia. Una boda reúne a gran parte de una familia, entre otros, una hermana que desde hace años vive en Argentina. El secuestro de una niña en la fiesta posterior a la ceremonia, pondrá en juego y dejará al descubierto, sentimientos escondidos y secretos del pasado.
Hay cosas, bastantes, que me gustan de esta película.
Especialmente la interpretación, donde junto con los dos protagonistas, se despliega un conjunto perfecto y compacto. No será justo destacar, como lo hago, a Elvira Mínguez.
También me gusta la base de la narración, alrededor de la mentira y la sospecha.
De todos modos, como ya he dicho antes, hay un distanciamiento, la sensación de que el director no maneja bien todos los elementos, algo más relevante siendo esta su película más coral, con lo que siempre parece que hay más pelotas en el aire.
Farhadi siempre ha creado obras muy sólidas, sobrias, y cristalinas a la hora de mostrar lo emocional. Lo segundo, está aquí, lo primero no del todo.
Quizás lo más dañino sea la trama policiaca. No es la primera vez que el director utiliza el modelo de thriller en el desarrollo de la trama, incluso el ritmo y el tono. Aquí sin embargo, el thriller debe de tener más peso ya que gran parte del sentido de la historia, debería estar en su resolución.
Pero cuando esta llega, es torpe, precipitada e incluso arbitraria.
Como esta es una cinta de contrastes entre lo que me gusta y lo que no, tras esa decepción, y con la complicidad de Mínguez, Farhadi nos ofrece el que para mi es el elemento más perturbador de estas dos horas, el que puede dar a todo un sentido, el final perfecto
Creo que el entorno, el paisaje, el lugar donde se mueve un creador es importante. También lo es la extranjería, la añoranza, pero es difícil mutar, intentar escribir desde el alma, desde el interior de una cultura, conseguir esa simbiosis íntima. Farhadi intenta acercarse al mundo lorquiano, al de la España profunda, al áspero, al nuestro. Y no consigue, lo siento ( hubiese sido prácticamente imposible ) ese olor, esa textura que sí alcanzan directores españoles, seguramente menos geniales que el director iraní. Se llama raíces.
Quizás si hubiese optado por primar lo universal frente a lo local, habría sido más reconocible.
Repito, hay momentos, muchos momentos. Un director capaz de obras como El Pasado o El Viajante, no puede esconder sus capacidades. Pero , francamente, Todos lo saben no está a la altura de su carrera. Hay que reconocer que no es fácil cuando las tres últimas películas que nos ha regalado son casi tres obras maestras.
En cualquier caso, ver a Bardem, a la mejor Penélope, y a esta colección de secundarios, siempre merece la pena.
Público
Comentarios