496 páginas
También disponible en ebook.
Creo que Muñoz Molina es uno de nuestros grandes narradores, de los que beben de nuestros clásicos a la hora de contar grandes historias que van conformando el reflejo interno de nuestra Historia con mayúscula.
Recuerdo entre sus lecturas, una que me pareció especialmente fascinante. Era la menos convencional y posiblemente la más emparentada con la que ahora me ocupa, Sefarad. La recuerdo como un conjunto de prosas alambicadas alrededor de la emigración y el cambio cultural para aquellos que tenían que asumir nuevos entornos, especialmente vinculada al éxodo judío.
Un andar solitario entre la gente es aun más radical, más libre.
En las referencias de entrada, el autor recoge una que se refiere a un libro como una obra en desarrollo que debe de ir configurándose a medida que va avanzando sin ideas preconcebidas.
Sin duda es el libro más libre de Muñoz Molina y desde ese punto de vista, parece efectivamente una pieza fruto de si misma.
La pregunta inicial sería ¿ es interesante para el lector una obra tan personal?. ¿ Puede considerarse una obra literaria?.
Antes de entrar en mi valoración, quiero dejar claro que no hay una respuesta correcta.
Para algunos, esta "novela", con comillas, será un ejercicio de disgresión insoportable, una pieza juguetona y algo pretenciosa que no lleva a ningún sitio. Para otros, como yo, será un conjunto de páginas excelentemente escritas y muy disfrutables.
Vamos por partes:
El autor comienza hablando de sus paseos, de su capacidad , en los mismos , de percibir el mundo que existe a su alrededor, bien sea por la vista, bien por el oído. Emparenta su deambular con el de otros escritores como Poe, Walter Benjamin, Melville o Beaudelaire, que nos acompañarán durante toda la propuesta.
Aparecen al mismo tiempo, hilos ligeros que, en un esquema más tradicional, podrían ser líneas narrativas, especialmente ese compañero sin nombre al que el cierre del Café Comercial convierte en un fantasma. También voces sin rostro o retazos de historias.
En la segunda parte, ya más focalizado en el personaje central, que sería el autor, nos cuenta una estancia de dos meses en Nueva York, ciudad de ciudades , y, junto con la investigación o asomo a la vida de esos autores antes citados, especialmente de Poe, continua el proceso de observación que ofrecerá un inmenso collage del mundo contemporáneo.
Para m, sumergirme en este libro es el equivalente a sumergirme en una piscina de palabras y frases, de literatura. También es un paseo, por supuesto, en que su autor me ha cogido de la mano. Ambas sensaciones me gustan y las disfruto dejándome llevar.
Me impresiona y me divierte muy a menudo, la lucidez de Muños Molina ante el análisis de ciertas situaciones; también su capacidad para que los sentimientos traspasen la aparente intrascendencia o para erigir referencias de solidez en un paisaje en principio hetéreo.
Hay otras ecisiones como comenzar cada capítulo con una frase publicitaria o cazada al vuelo, que me resulta menos interesante pero no me molestan.
Como he dicho antes: un libro libre, un libro personal. Pues a mi me resulta gozoso este acercamiento íntimo a un autor, creo que más generoso que nunca, como lo es trabajar con la propia verdad.
Posiblemente no recomendaría Un andar solitario entre la gente a todo el mundo.
A mi me ha gustado mucho.
Público
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