Photo España
Centro de Exposiciones Alcalá 31. Madrid
Hasta el 5 de agosto.
Tengo que reconocer que no termino de entender del todo el concepto de esta exposición de Monserrat Soto, o se me queda flojo.
Entiendo en el inicio que lo que se nos traslada es que, fuera de contexto, aquellas obras artísticas que vemos en la distancia, pierden su contenido para quedarse en la estética.
Hace referencias a las imágenes y la agresión que las mismas sufrieron por parte de diferentes ideologías y religiones, pero por supuesto también a los libros.
Y a partir de ahí, se desarrolla una colección sin duda muy bella donde muchas pinturas clásicas se enmarcan de forma conjunta en entornos contemporáneos. También hay algunas fotografías de archivos inmensos de textos, cámaras que no sabemos si encierran o protegen el conocimiento y la memoria.
Me quedo con la belleza.
Y es que al margen de la acumulación, las composiciones de Soto son imponentes en su belleza. Ese clasicismo, integrado con detalles de hoy, genera un segundo nivel de visión más allá del que estamos acostumbrados, y el resultado es visualmente hermoso en su barroquismo. Esa distancia de la pieza como parte, no como todo.
Independientemente de que tampoco entro en las dos proyecciones, sí, repito, he disfrutado del recorrido.
Es potente, es brillante y es inteligente.
Tal vez existan muchas obras que deban de admirarse ( admiro lo que nos propone ), sin intentar comulgar con el posible diálogo con su autor. Me ocurre con Imprimatur. Y me alegro mucho de haberla visto.
Público
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