NOVELA: EL LEGADO DE LOS ESPÍAS de John Le Carré

Planeta Internacional
368 páginas
También disponible en ebook

Recuerdo que mi padre siempre ha tenido dos autores de cabecera, Emilio Salgari y John Le Carré.
En su intención de compartirlo con sus hijos, los resultados fueron solo de un cincuenta por ciento: todos vivimos las aventuras de Sandokan, pero las historias de espionaje en la Guerra Fría no consiguieron engancharnos. Para ser sinceros diré algo que he compartido en ocasiones con mis hermanos: nos superaban.
Por eso años después, cuando la versión  cinematográfica de El Topo que hizo Alfredson me resultó comprensible, me enamoré de la película. en el fondo era como si hubiese sido capaz de aprobar la revalida después de veinte convocatorias.
Lo dicho: no estoy muy cerca de Le Carré ni de su mundo. Y esa es una carencia que siento al leer El Legado de los Espías.
Más sencilla que otras propuestas del autor, tiene de todos modos momentos de dificultad. Creo que no es fácil introducirse en esta dimensión en lo que presiento es uno de sus últimos capítulos.
Aun así, tengo la sensación de que en este caso, la trama no es tan importante.
El Legado de los Espías me parece una elegía.
en primer lugar a un mundo de bloques muy definidos y con una guerra en ciernes que, a pesar de contar con reglas muy complejas, otorgaba sentido a comportamientos y creencias.
También a unos personajes que llegaron a ser casi dioses en su capacidad por vivir en una realidad paralela con una influencia absoluta en la vida ignorante del resto de la humanidad.
Son ellos los protagonistas de esta entrega frente a las nuevas generaciones que, abogando por otros valores pero, sobre todo, utilizando el olvido, ni siquiera intentan comprender lo que significó su misión.
Habla del paso del tiempo y de la historia como una sucesión de sucesos que pierden su sentido cuando se miran desde lejos y se despojan de su esencia. Habla de la injusticia de los juicios retroactivos.
Vistos ahora, en las páginas de la narración, los movimientos de aquellos hombres que salvaron el mundo, se presentan casi como el juego absurdo de fatuos personajes que se divertían sin valorar los sacrificios que ponían en el altar de su aparente patriotismo.
El Legado de los Espías es como asistir a una conclusión, cuando aquello que entonces resultaba ser lo más importante, se ha vuelto anacrónico.
Por ello, entre las complejas estructuras operacionales se filtran esta vez tantos sentimientos.
Estoy seguro de que para los habituales de John Le Carré y George Smiley, es un regalo que les toca el corazón. Para el resto, yo, es una muy buena novela que se lee muy bien y nos proporciona una crónica histórica de como se analizan desde el presente, ciertos hechos pasados.

Público 

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