CINE: EN TRÁNSITO de Christian Petzold

Alemania 2017
Franz Rogowski. Paula Beer. Godehard Giese. Lilien Batman. Maryam Zaree. Barbara Auer. Matthias Brandt. Sebastian Hulk. Emilie de Preissac. Antoine Oppenheim. Louison Tresallet. Alex Brendemuhl

En sus dos películas anteriores, Bárbara y Phoenix, Petzold ya demostró su interés y buena mano para el melodrama. Es difícil superar la emoción que produce la última escena de la segunda, un modelo de como actualizar los modelos narrativos más clásicos sin traicionar su esencia.
Además, su escenario era repetido: la ocupación o las consecuencias de la ocupación en la Segunda Guerra Mundial, y un tema que parece obsesionarle, la identidad y la ambiguedad que se puede producir entre quien realmente somos y un nombre, un tema, por otro lado, muy querido en el género melodramático.
En Tránsito regresa a ese escenario, digamos más bien a ese escenario conceptual, luego explicaré porqué, y la identidad también está presente.
El joven protagonista es un judío alemán en fuga, llega a Marsella esperando conseguir los permisos para viajar a Méjico. Allí conocerá a una mujer que busca desesperadamente a su marido que él, sabe muerto y cuya identidad usurpa.
Pero Petzold en este caso se atreve a llevar su melodrama al extremo desde la estilización.
El paisaje de Marsella, no es el de la época de la historia que nos cuenta si no el actual. La acción se centra así sólo en los personajes, que parecen aislados de su alrededor y vinculados sólo a sus propios sentimientos. De hecho, en algunos casos, es tal el nivel de abstracción que, en sus primeras apariciones, el personaje de Marie se mueve entre los límites del sueño, algo que se potencia al conocer algo más sobre esta mujer capaz de morir por lo que traiciona.
En el fondo, creo que gran parte de la desolación que transmiten sus imágenes, está no sólo en lo triste de la propia historia sino en esa sensación de extrañamiento que nos ofrecen los protagonistas, deambulando como fantasmas en un tiempo al que no pertenecen y donde no encuentran asideros. El hecho de que la voz en off acompañe todo el relato acotándolo, no sólo supone utilizar otro recurso que de nuevo remite al clasicismo, sino que también abunda en sa distancia que convierte esta obra en tan singular.
Petzold, en una filigrana temporal muy creativa, incluye también en el mosaico a unos inmigrantes procedentes de África en el contexto actual.
Esto ha llevado a algunos a pensar en el mensaje de universalidad como objetivo del autor, comparando la situación de entonces con la de ahora. No creo, francamente, que el director alemán pensase en semejante barbaridad. Más allá de trasladar quizás que el desarraigo no ha desaparecido, en toda su desesperación, está clara la diferencia del uno frente al otro. Gracias al cielo, la civilización ha evolucionado, a pesar de los predicadores de la desgracia que hoy tanto abundan en los parlamentos.
Pero volvamos a la obra:
Con esa estilización, con esa concentración que se resuelve de una forma tan visual que es capaz de generar una poesía gráfica en la que nunca molesta el anacronismo, el director consigue hacernos navegar con suavidad por esta historia de amor hasta exprimir nuestros sentimientos.
De nuevo, la obra que nos propone Petzold es elegante, intensa, narrativamente sólida, cargada e enoción.
Pero además en esta ocasión, se atreve a asumir un riesgo del que, sin duda sale triunfador.
En Tránsito es un acierto, apasionante en su inteligencia y hermoso, muy hermoso.

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