CINE: CARAS Y LUGARES de Agnes Varda y JR

Francia 2017
Documental.

Hay ocasiones en que ante una obra, cinematográfica, teatral, literaria.... nos encontramos sorprendidos por un estado de gloria que nos invade, nos empapa, y consigue que entremos en una situación gozosa.
Sé que en esta valoración hay siempre un porcentaje subjetivo, ya que se compone de una comunicación autor/ público, una conexión que es diferente con cada espectador.
En mi caso, esta sensación se compone de muchas cosas: de humor, de ingenuidad teñida de inteligencia, de ternura, de descubrimiento. Creo que, de alguna manera, es un regresión a mi yo infantil manteniendo la mejor percepción de mi ser adulto.
Pues bien, esto es la sensación que, desde muy pronto, apenas diez minutos, tengo, me regala Caras y Lugares.
Agnes Varda es una directora que tiene mucho de Nouvelle Vague, de creadora, con un contundente interés por los desheredados. JR es un fotógrafo urbano, procedente del grafitti, volcado en empapelar con grandes obras lugares  públicos, creando instalaciones sorprendentes.
Una realiza imágenes en movimiento, otro estáticas. Los dos buscan historias detrás de sus personajes.
Juntos se embarcan en un viaje por varios rincones de Francia.
La pareja tiene la belleza de Laurel & Hardy o de cualquier otro dúo cómico con corazón. Sus diálogos muestran ternura, respeto, admiración y generosidad.
En su trayecto, no tienen prejuicios, buscan y encuentran. Van construyendo un mosaico de pequeños retazos que sabemos esconden historias, de los mineros que habitaron un barrio que se está quedando vacío, de una joven dependienta, de las mujeres de los estibadores ..... Son muchos, plurales, dispersos.
Y consiguen transmitirnos algo tan importante como que detrás de cada mirada, detrás de cada ser humano, hay siempre una historia, y que todas las historias tienen grandeza.
A la hora de contar la verdad de los demás, es necesario sacrificar parte de la nuestra, aportar algunas piezas a ese mosaico. Así lo hacen los dos, tal vez especialmente Varda, quien concluye con su visita a Godard. También lo que ella pone es verdad.
Porque la verdad, la realidad es de lo que está hecha esta sorprendente obra.
Pero lo importante es el tono de la mirada, y el tono es aquí de amor, sin duda, de amor a todas las personas que conocen en su viaje y que tan generosamente y con tanta ilusión, deciden incorporarse al proyecto.
Tengo la sensación de que viendo mirar a Agnes y a JR aprendemos pronto a mirar nosotros también, y por eso, todo es belleza, una belleza honda que está, no sólo en los paisajes, sino también en la postal del lavado del minero, en la ceremonia de hacer sonar las campanas, en el refugio colorista de mendigo anciano....
Caras y Lugares es más que un experimento, es una gran obra, escrita desde la lucidez y realizada desde el oficio.
Ese dibujo final de los dos protagonistas sentados en el banco frente al lago, es un bonito colofón cuando nos cuesta abandonar una sala oscura donde hemos sentido la magia. Como tantas veces. Cine.

Público.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me alegro.