RELATOS: UNA NOCHE EN EL PARAÍSO de Lucia Berlín

Alfaguara
288 páginas
También disponible en ebook

Pedro Almodovar dedicó La flor de mi secreto, a un tipo de mujer, escritora, perdida en la vida, Virginia Woolf, Djuna Barnes.... Pensaba leyendo a Lucía Berlín si podría encuadrarla en ese grupo.
No.
Al margen de su condición femenina y de su lejanía frente a lo convencional, creo que esta relatora vivió de otro modo su libertad.
Su dolor fue diferente. Su resignación nula. Su humor más amplio. Su forma de enfrentarse al mundo, más vital.
La primera colección de cuentos suyos que conocimos, Manual para mujeres de la limpieza, sorprendía por su acumulación torrencial, por su brillo, por su capacidad y descaro a la hora de reconocer y contar sentimientos diversos, por su mixtura de felicidad y tristeza, por los colores de su mirada.
Una noche en el paraíso, más breve y más compacta, resalta aun más esas características.
En estos relatos, el foco está puesto sobre todo en Latinoamérca, Méjico y Chile especialmente. Dos lugares, dos posiciones, tan diferentes como lo puede ser una persona en momentos diferentes de su vida.
Hay una textura común y siempre el ligero extrañamiento del forastero que no es capaz de ser turista. Hay mucho que describir en un paisaje que da color hasta a los fracasos y las esperanzas.
El paraíso, de todas maneras, no es para Lucía Berlín un escenario.
El paraíso es una actitud, que lo primero que conlleva es asumir que no existe.
Que la única manera de saborearlo, será desde la libertad, desde la ausencia de miedo, desde las ganas de devorar la vida.
Y que sólo tendremos retazos.
Retazos que la autora pone en palabras y nos regala en estas colecciones.
Narrar tanto, darle tanta profundidad a la existencia  pintarla con tanto detalle, es un ejercicio que, para presentarse con la naturalidad de estos cuentos, sólo puede salir del alma.
De un alma viva, muy viva, viva hasta romper la vida.
Espero que los editores nos sigan regalando recopilaciones que nos permitan bucear en esa existencia envidiable y atrevida. El prólogo escrito por el hijo de la autora es un ejemplo para conocer a quien merece ser amado.

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