250 páginas
También disponible en ebook
No recuerdo cuando he empezado a seguir a Clara Usón.
Sí sé que me interesa. De hecho, desde hace unos años la sigo.
El asesino tímido creo que es, de las que conozco, su obra más singular. De hecho, no sé muy bien lo que es aunque sí lo que consigue. Antes de crear dudas, diré que, una vez que he entrado en su extraño modelo de crónica, me ha parecido un libro valiente, inteligente, vivaz y muy disfruable desde el punto de vista literario.
Recuerdo perfectamente a Sandra Mozarowski, a pesar de que, según las fechas, no tenía más de trece años cuando se produjo su extraño suicidio. La recuerdo como una belleza infantil y exótica, no diferente a la cantante Jeanette. Seguro que estuve enamorado de ella.
Al Rey Emérito también lo conozco pero prefiero no hablar de él.
No conocía esa relación tan sórdida que apunta la autora.
Por supuesto, conozco a otros referentes de estas páginas como Camús o Pavese. Y no conocía tanto de Clara Usón como conozco ahora.
El asesino tímido remite su título al suicidio, una forma melindrosa de asesinar/se. Sobre esto, y vinculado a la experiencia personal de la autora, se presentan referencias que intentan hacer entender la necesidad de desaparecer, el valor de la vida, y la fragilidad de nuestras almas.
Pero sobre todo, esta obra divergente, dispersa ( la misma autora lo reconoce con temor en algún momento ) es un retrato plural, preciso y lúcido de nuestro país en un momento donde, tras asumir como merecido el desarrollo regalado por el franquismo, había nacido la necesidad de una libertad que, en ocasiones, se limitanía al sexo y las drogas ( el alcohol, como queda claro en el personaje de la madre de la autora, sí estaba permitido).
Nos habla de sueños rotos, de incomprensión generacional cuyo problema no eran siempre os mayores, de películas cutres con la excusa del aperturismo, la famosa época del "destape". En definitiva de un país que buscaba un lugar en el mundo y una generación desconcertada que dejó muchas víctimas en el camino.
Entra con delicadeza en la angustia e intenta trasmitir lo que muchos pensaron anteriormente. Capaz de entregar ese grado de universalidad a nuestros conflictos íntimos.
No sé el nivel de certeza que existe sobre los rumores alrededor de la muerte de la actriz, ni lo que hay de verdad en las aparentes confesiones de Usón. Mezclar con precisión prensa el corazón ( sin duda na fuente para cualquier crónica ) con el desgarro íntimo demuestra una maestría que alcanza su punto álgido en la cinematografía del último capítulo. Y todo narrado con el humor que es patrimonio de las personas tan inteligentes que saben que de nada sirve dramatizar.
El asesino tímido no sólo es un libro importante desde el punto de vista literario, también lo es desde la memoria. El pasado puede escribirse de muchas maneras y siempre fabularse, pero cuando alguien deja en la narración parte de su alma, no es cuestionable que tiene mucho de verdad.
Gracias Clara Usón.
Público
Comentarios