USA. 2010
Matt Damon. Cecile de France. Bryce Dallas Howard
Me fastidia que un director que me entusiasma por regla general, haga una pieza fallida pero ocurre.
Mi problema con esta película es que no entiendo muy bien su sentido:
Nos encontramos ante tres historias paralelas, confluyendo hacia un lugar común, relaccionadas de forma directa con la existencia de vida en después de la muerte.
Un medium superado por sus poderes, una mujer que ha vivido una experiencia personal en ese sentido y un niño que necesita conectarse con el más allá.
El problema fundamental es para mi que no existe ningún tipo de desarrollo de la idea; desde el primer momento se asume que es verdad, y a partir de ahí no hay ningún debate, duda, búsqueda... en su propia decisión de limitar efectos, ni siquiera opta por la vía de la ciencia ficción.
Tampoco individualmente ninguna de las tres historias tiene una tensión por si misma que las justifique.
No existe por lo tanto un interés ni conceptual ni narrativo.
En cualquier caso, y después de esta introducción, no puede dejar de sorprender que Eastwood consiga llevar la película con pulso firme hasta el encuentro, optando por un ritmo tranquilo, casi chejoviano y que con ello no sólo no aburra sino que alcance momentos de auténtica emoción, así como capítulos tan impactantes como el del tsunami.
Eso es lo que un gran director es capaz de hacer.
Eso sí, querría ver yo a Bergman, Ford o Hitchcock con los tres minutos finales. Eso, sintiéndolo mucho, no lo salva nadie.
Público
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