Excelente director .
Alonso de Santos es un agradable sainetista .
Desde su casi mítico Bajarse al Moro nos ha regalado obras y adaptaciones ligeras , tiernas , sonrientes , muy bien dialogadas y correctamente urdidas en lo que se refiere a carpintería teatral.
Dice en el programa de mano que es esta su obra número 27 . Yo conozco sólo algunas . Disfrutadas aunque sin alardes . Me cae bien.
Lo que hace diferente esta representación es sin duda la labor del director , uno tan curtido como Miguel Narros que seguramente se ha divertido mucho trabajando en este texto.
Un texto bien estructurado, algo inflado, con rasgos de inverosimilitud, cierto maniqueismo y escenas logradas por lo bien que están graduadas las emociones.
Narros lo concibe en su coralidad y es capaz de dos cosas muy importantes :
Por un lado establecer una coreografía contínua que hace que el escenario tenga ritmo en todo momento y las escenas más íntimas estén siempre rodeadas de un movimiento que no estorba pero acompaña.
Y de convertir la representación en un conjunto de espectáculo donde caben canciones , morcillas , chistes y reclamos sentimentales.
Con ello, este proyecto coral, funciona con el mecanismo de un reloj perfecto.
Siempre me cuesta regalar a un director las alabanzas de los intérpretes pero en este caso, en el que todos están perfectos , sí creo que la homogeneidad del conjunto es cosa suya. Entre todos , no quiero dejar de destacar a un Juanjo Cacalón que se descubre como un excelente tipo cómico que va creciendo a medida que avanza la pieza.
La Cena de los Generales me parece en resumen una obra mediana y una buena , a ratos muy buena , representación.
Ejercicio conseguido : el teatro no es sólo texto sino también su puesta en pie.
Público
Alonso de Santos es un agradable sainetista .
Desde su casi mítico Bajarse al Moro nos ha regalado obras y adaptaciones ligeras , tiernas , sonrientes , muy bien dialogadas y correctamente urdidas en lo que se refiere a carpintería teatral.
Dice en el programa de mano que es esta su obra número 27 . Yo conozco sólo algunas . Disfrutadas aunque sin alardes . Me cae bien.
Lo que hace diferente esta representación es sin duda la labor del director , uno tan curtido como Miguel Narros que seguramente se ha divertido mucho trabajando en este texto.
Un texto bien estructurado, algo inflado, con rasgos de inverosimilitud, cierto maniqueismo y escenas logradas por lo bien que están graduadas las emociones.
Narros lo concibe en su coralidad y es capaz de dos cosas muy importantes :
Por un lado establecer una coreografía contínua que hace que el escenario tenga ritmo en todo momento y las escenas más íntimas estén siempre rodeadas de un movimiento que no estorba pero acompaña.
Y de convertir la representación en un conjunto de espectáculo donde caben canciones , morcillas , chistes y reclamos sentimentales.
Con ello, este proyecto coral, funciona con el mecanismo de un reloj perfecto.
Siempre me cuesta regalar a un director las alabanzas de los intérpretes pero en este caso, en el que todos están perfectos , sí creo que la homogeneidad del conjunto es cosa suya. Entre todos , no quiero dejar de destacar a un Juanjo Cacalón que se descubre como un excelente tipo cómico que va creciendo a medida que avanza la pieza.
La Cena de los Generales me parece en resumen una obra mediana y una buena , a ratos muy buena , representación.
Ejercicio conseguido : el teatro no es sólo texto sino también su puesta en pie.
Público
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