CINE: REINA DE CORAZONES de May el- Toukhy

Dinamarca 2019
Trine Dyrholm. Gustav Lindh. Magnus Krepper. Frederikke Dahl Hansen. Diem Camille G. Preben Kristensen. Mads Wille. Elias Budde Christensen. Peter Khouri. Marie Dalsgaard. Ella Solgaard

Desde el inicio de esta película, cuando comenzamos a conocer a esta modélica familia y vemos sus cuerpos descansar juntos al amanecer, tenemos la inquietante sensación de que alguien los está observando desde fuera. Y esa sensación implica, por supuesto, una amenaza.
En la tragedia clásica, los dioses se divertían manejando el destino de los mortales, observando e interviniendo, trastocando su éxito en fracaso, su felicidad en tristeza....
Quizás sean aquí también los dioses los que observan, esa naturaleza impresionante, esos árboles retorcidos que podrían proteger la casa del bosque o, como en algunos cuentos, ahogarla en su propio drama.
Annie y Peter parecen, efectivamente, un matrimonio de privilegiados. Su hogar es un lujoso catálogo de buen gusto. Tienen dos preciosas hijas gemelas. Ambos son profesionales bien situados, él es médico, ella abogada, y además, activa en su compromiso social.
Todo parece perfecto hasta que el problemático hijo de un anterior matrimonio de Peter viene a vivir con ellos.
A partir de ahí, se desarrolla ante nuestros ojos una versión cruel y densa de una nueva Fedra. Y digo  "ante nuestros ojos" porque el director nos ha convertido en observantes destacados, poniéndonos en una posición desde la que podemos contemplar las acciones, todo lo que ocurre, pero sin manipular la narración con explicaciones que nos acerquen a entender el interior de los personajes.
La cinta se toma su tiempo, es tranquila y está llena de detalles que van dibujando un paisaje psicológico amplio y complejo. Y lo hace sin estridencias forzadas. La agresividad de lo que nos cuenta, su brutalidad moral, se refleja, como he dicho antes, en lo que ocurre. Así, la arriesgada decisión de que la primera escena de sexo sea tan explícita como rechazable, es como una bomba a partir de la cual creemos estar preparados para asumir cualquier paso más en su crítica a la hipocresía de una sociedad en apariencia superior y claramente complaciente consigo misma.
Pero lo que nos espera va más allá.
El- Toukhy nos ha preparado un mazazo, un ejemplo de hasta donde puede llegar el ser humano por su propia supervivencia. Nos enfrenta a la pregunta de donde están verdaderamente los límites si es que estos existen.
Quizás el hecho de que la caligrafía sea tan elegante, el ritmo tan pausado y todo tan medido, ofrezca un contraste que hace que el choque sea todavía más frontal.
El personaje que con entregada interpretación, ofrece  Trine Dyrholm, capaz de pasar de amante esposa y madre a monstruo, de hermosa a horrenda, de desesperada madurez a sórdida vejez, es la espina dorsal alrededor de la cual báscula la cuestión principal: que es la familia, un ladrillo para construir una sociedad más justa o para levantar un muro de defensa dentro del cual sólo queda el aparente bienestar.
¿ Donde están las bestias, dentro o fuera? ¿ donde está la amenaza?.
Otro lectura, tal vez más complaciente, reflejada a través de esas arquitecturas en bucle y esas ramas enredadas sin aparente principio y fin, es achacar lo ocurrido a la complejidad del cerebro humano y su zona oscura y desconocida. En cualquier caso, me cuesta desvincular lo que nos han contado de una crítica social tan cierta como necesaria.
También en las tragedias clásicas había al final, siempre una condena, en este caso, es cruel, la eternidad en silencio de dos personas que deberán de vivir el resto de sus días sin saber que se esconde detrás del silencio; y en el caso de Annie, sin saber si es amada o aborrecida.
A nosotros nos queda una excelente película, totalmente adulta, llena de recovecos y de material para que sigamos pensando en ella mucho tiempo.

Público       

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