NOVELA: ESTA TORMENTA de James Ellroy

Random House Mondadori
688 páginas
También en ebook.

Años 40.
Los Ángeles y Baja.
una situación de entreguerras ideologicamente confusa. Territorios que son tierra de nadie. Espacios salvajes para la codicia.
Un espacio moral donde la ausencia de valores acuna cualquier patología.
James Ellroy es un constructor de grandes edificios literarios. Lo es cada una de sus novelas y lo son las trilogías o tetralogías en que las agrupa.
Entrar en cualquiera de ellas no es un camino fácil. Exige concentración, atención absoluta y, en mi caso, asumir que vamos a tener la constante sensación de estar perdiéndonos piezas en el camino.
Pero también , que al final vamos a alcanzar una idea clara de lo que ha ocurrido.
Narrativa de ametralladora.
Palabras como golpes.
Movimiento perpetuo.
Esta tormenta comienza, creo recordar ( sus lecturas son largos viajes con tantas referencias que es difícil recordar cronológicamente ) con la persecución de un violador que es a su vez confidente de un policía.
En esa caza. trufada de retazos de información delictiva, se cruzan otros dos casos: por un lado, la aparición de un ataud, como consecuencia de un corrimiento de tierras, resucita un incendio de años antes donde una de las víctimas fue el hermano de uno de los protagonistas. Al mismo tiempo, se produce un triple asesinato rodeado de sordidez.
Ellroy trabaja con una colección de personajes, muchos de los cuales, parece ser que estaban en la anterior novela de este ciclo ( Perfidia ) y en alguna otra de la Trilogía de Los Ángeles. Soy incapaz de encajarlos, pero no me hace falta. Una de las cosas que me fascina del autor es su capacidad para dibujar seres humanos confusos, con sus miedos, su furia, su corazón y su pistola. Desde el megalomano Dudley Smith a las mujeres que se niegan a ser víctimas, el paleto Elmert Frank o el torturado Hiseo Ashida. Que fácil es engancharse a la historia de cada uno.
El esfuerzo de seguirlos, sólo puede ser parejo a lo que debe de ser el esfuerzo de montar este inmenso artefacto.
El resultado es un paisaje feroz en unos años donde comunismo y fascismo convivían sin definirse totalmente una vez que sus contenidos se tenían que enfrentar con las ambiciones individuales, con la debilidad y la ausencia de escrúpulos.
Cualquier pensamiento o sentimiento, se convierte aquí en la tuerca de un andamiaje, que generará comportamientos humanos capaces de mover el mundo en una u otra dirección.
Ellroy es como un ingeniero literario.
Lo he dicho antes: no siempre es fácil leerlo. De hecho tengo la sensación de que, a medida que avanza, cada vez es más complejo. Recuerdo mayor fluidez o facilidad en Jazz Blanco o América.
En cualquier caso, es único, singular.
Nadie le podrá negar su capacidad de , no sólo contar relatos, sino ofrecer una imagen plural y completa de un mundo extinto pero al que se deben gran parte de los cimientos de la que es hoy la sociedad más poderosa del mundo.
Si siempre he dicho que la buena literatura negra es la mejor novela social, en el caso de este autor, incorpora una dimensión política y moral.
Sus páginas huelen a sangre. También a vida.
Necesito descansar entre sus novelas, pero también, no perderme ninguna.

Público         
 

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