Karra Elejalde. Eduard Fernández. Santi Prego. Luis Bermejo. Tito Valverde. Patricia López Arnaiz. Inma Cuevas. Carlos serrano Clark. Luis Zahera.
Tras sus tres primeras películas, Amenabar dejo claro que, quienes lo imaginábamos como un Hitchcock patrio, estábamos equivocados.
Su vocación era más amplia: contar grandes historias de todo tipo.
Desde entonces, personalmente nunca llegué a apreciar su obra. la alabada Mar Adentro me parece una burda manipulación de fondo ideológico, que, al igual que Agora, se perdía en la caricatura. Regresión era bastante intrascendente.
Regresa nada menos que asomándose a nuestra Guerra Civil, y lo hace desde la singularidad intelectual, la figura de Miguel de Unamuno.
La propuesta sigue dos líneas paralelas que terminan por encontrarse.
Por un lado, tras los primeros días del alzamiento, las maniobras de Franco para llegar a convertirse en Generalísimo.
Al mismo tiempo, la epopeya personal e íntima del escritor para comprender la inutilidad del miedo, aceptar su debilidad como ser humano y, de nuevo, la fragilidad de sus decisiones. Su toma de conciencia.
Hay dos aspectos importantes en las decisiones del director.
Por un lado, el equilibrio narrativo desde el punto de vista ideológico. La caricatura que me lastraba las películas antes citadas, habría sido fácil aquí, además de muy celebrada posiblemente. Sin embargo, Amenabar decide ser más universal. Su crítica es ponderada entre los dos bandos y su condena no es ya sólo a los ganadores, sino a cualquier conflicto que ponga a las ideas por encima de las personas.
En este sentido, es espectacular la creación que Santi Prego hace de Francisco Franco, no sólo en su similitud sino en su capacidad por humanizarlo.
Por otro lado , Amenabar opta por un clasicismo absoluto. Visualmente la producción es excelente. También la mirada, esa que consigue extraer lo mejor de una ciudad tan hermosa como Salamanca, pero también de los espacios de interior que son el reflejo de sentimientos y tensiones.
He citado ya a Santi Prego pero podría hacerlo con todos los demás. Alrededor de Karra Elejalde, se extiende un conjunto de personajes y actores todos ellos perfectos.
He disfrutado mucho de Mientras dure la guerra, que podría ser una cinta histórica de cualquier época.
Me siento cómodo en su equilibrio formal y de contenido.
Por fin creo que su director está a la altura de lo que pretende ser, ese contador de grandes historias.
Y abre otra forma de contar la de nuestro país, con rigor pero posiblemente con menos rencores.
Esperemos que suponga también para muchos otra forma de mirarla.
Público
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