Biel Montoro. Nacha Sánchez. Lola Cordón. Iñigo Aramburu. Itsaso Arana. Kandido Uranga. Carolina Clemente. Jorge Cabrera. Chani Martín. Mamen Duch
"Al lugar donde has sido feliz nunca debes tratar de volver" dice una canción de Sabina. Esa es una de las razones por las que casi nunca revisito obras que me han dejado huella.
Miedo al paso supongo al paso del tiempo o al desencanto: las circunstancias siempre son diferentes y, como ya he comentado en muchas ocasiones, nada tan subjetivo como la apreciación de una película, un libro, una canción o un cuadro.
No he regresado a Azuloscurocasinegro, ópera prima de título magnético que, para mi, supuso un hito en la capacidad del cine español actual para permear la realidad.
Sobre todo, fue el descubrimiento de Sánchez Arévalo, un autor singular, certero dialoguista, lúcido en su capacidad de captar y transmitir los sentimientos, y adscrito al club del buenrollismo como por ejemplo David Trueba, con lo poco que se lleva no sufrir.
Tras su ópera prima hubo otras , Gordos, Primos y La gran familia española, y aunque en alguna existía algún desequilibrio, ninguna carecía de humor, de inteligencia y de corazón.
Nos llega ahora Diecisitete.
Es la historia de un joven a punto de hacerse mayor de edad, encerrado en un centro de menores. Su escapada por culpa de un perro le llevará a un extraño road movie un poco esperpéntico ( las raíces hispanas siempre están presentes en Sánchez Arévalo ) junto a su hermano, su abuela moribunda y un perro cojo.
Ese viaje se convertirá en mucho más. En una epopeya interior de descubrimiento, en un viaje al corazón para todos los que lo han emprendido.
Diecisiete podría parecer una película menor.
Por un lado porque producida por Netflix no serán muchos quienes la vean en pantalla grande.
Pero además es una historia más cercana, más contenida que de costumbre.
Pues bien, personalmente creo que el autor ha escrito y dirigido una de sus mejores películas, más completas, más equilibradas.
Es una joya delicada, redonda, que lo apuesta todo a la emoción. Y que gana. Siempre que nosotros consigamos quitarnos el complejo de sentirla sin buscar coartadas.
Cada minuto, cada momento, nos produce una sonrisa y una lágrima.
En su hora y media está plagada de verdad.
Por supuesto, tienen para ello mucho que ver sus intérpretes principales, los desconocidos Biel Montoro y Nacho Sánchez, son perfectos, llenos de matices y con el corazón en la mano.
El viaje con ellos es gozoso, también nosotros, tengo la sensación, maduramos un poco al ser capaces de emocionarnos sin verguenza.
Y sí, termino diciendo que me encanta sentirme parte de aquellas personas que son capaces de encontrar siempre lo divertido, lo tierno, que incluso nos lo imponemos como obligación. No es tan fácil como parece. Pero sí, muy muy gratificante.
Público
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