NOVELA: LAS UVAS DE LA IRA de John Steinbeck

Alianza Editorial
( y otras editoriales)
688 páginas
Disponible en ebook

Excelente constatación.
Una vez más:
El mundo está lleno de obras maestras esperando ser leídas.
Aunque un futuro aterrador prohibiese que se escribiesen nuevas obras, siempre existirían suficientes para llenar cualquier vida.
Quien siga estos comentarios, sabrá que de vez en cuando me gusta leer clásicos pendientes.
Especialmente en verano, entre los libros elegidos siempre hay uno de ellos.
Nunca decepcionan.
Este agosto le ha tocado el turno a Las uvas de la ira.
Que suerte he tenido.
Los años treinta arrastraban en América las consecuencias de la caída de la bolsa en el 29. Los intentos de crear un nuevo desarrollo, implicaron admitir un capitalismo radical de reglas inhumanas. Como víctimas colaterales, una masa de asalariados que pasaron, con sus familias, a convertirse casi en esclavos.
Steinbeck nos narra la historia de todos ellos a través de la familia Jaed. Un núcleo liderado por un ex convicto, Tom, y formado por diferentes generaciones, que emprende un largo viaje hacia la supervivencia con tintes casi bíblicos.
El novelista alterna los capítulos narrativos con otros más breves, alegóricos. El conjunto sirve para crear un paisaje global, complejo y completo, que nos agarra el alma y nos la estruja. Un conjunto donde cada ser, cada habitante, tiene la grandeza que sí les otorga el escritor pero les ha denegado la vida.
Su epopeya es brutal, su capacidad, la de dioses. Su dolor una maldición.
La prosa es como tierra capaz de crear estatuas, de ofrecer relatos dentro del gran relato que consigue la trascendencia mitológica, biblica. Ese viaje, eterno, siempre hacia adelante a través de la miseria, horadando conciencias con palabras. Ese final, esa última escena casi celestial, ese milagro. 
Leer Las uvas de la ira es acceder a una de esas novelas grandiosas, inmensas en fondo y contenido.
De esas obras por hombres y para hombres que justificarían por si solas la existencia de la literatura.
Escucho con bastante asiduidad lo de los nuevos escritoras más cercanos al marketing que, en USA, intentan escribir "la gran novela americana" Que lo dejen, ya hay muchas.

Público

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