NOVELA: LA MUERTE DE JESÜS de J.M. Coetze

Random House Modadori
192 páginas
También disponible en ebook.

Me resulta muy difícil comentar esta novela o hacer una valoración sobre lo que significa.
Es cierto que acudí a las entradas correspondientes a las obras anteriores de esta trilogía: La infancia de Jesús y Jesús en la escuela, y en las dos reconocía el mismo desconcierto.
Pocas veces he tenido la sensación de estar tan lejos de entender que es lo que el autor me quiere contar.
Porque en su aparente carga filosófica, es difícil asumirla como una narración sin más, como un relato que no pretenda trascenderse.
Sí es cierto que, en su sequedad, produce emoción en algunos momentos, pero tengo la sensación de que ese no es el objetivo, o al menos, el principal objetivo. 
De nuevo estamos en la distopía de un país extraño y reglado. David ha cumplido ya diez años y sigue viviendo con sus padres adoptivos. También sigue siendo un niño extraño que,, en este volumen, parece llegar a generar una especie de culto espontáneo.
Como ídolo, el muchacho descansa en El Quijote, tanto en las aventuras del clásico como en otras por él inventadas.
Repito que no sé que es lo que Coetze pretende contarnos o sobre que quiere que reflexionemos.
Tal vez sobre la facilidad de crear nuevas mitologías.
O la necesidad, para el ser humano, de tener dioses a los que volver la mirada en tiempos grises.
Francamente, el desconcierto continua.
Y tal vez lo más desconcertante ante un producto así, es la fluidez de su lectura.
El lenguaje es totalmente crudo, privado de cualquier efecto. La esencialidad en la forma de escribir y de decir.
Con ello, nos resulta muy fácil caminar por estas páginas. Tal vez entre otras cosas, porque el autor sólo transmite hechos y, de alguna manera, parece haber desaparecido como tal para convertirse en un mero cronista.
No hay mensaje.
Como David, Coetze termina sin compartirlo.

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