NOVELA: CHICAGO de David Manet

RBA
320 páginas
También disponible en ebook

No sé si esta es la primera novela de Manet o ha escrito otros textos narrativos.
Personalmente sólo conocía su teatro, esa escritura en diálogos que se disparan como metralletas y que ha producido obras tan importantes como American Bufalo, Oleanna o Glengarry Glenn Rose.
No siempre es fácil encontrar y seguir la trama entre sus palabras, pero cuando se consigue destilar su precisión, como en las piezas antes citadas, el resultado es contundente y presenta verdaderos debates morales sobre la condición humana.
Parece que últimamente su agudeza se está sobrealimentando. Mi opinión sobre Muñeca de Porcelana ( uno de sus últimos estrenos) no es muy positiva, y las críticas no son generosas con La Anarquista o La Trama , pero no es eso de lo que vamos a hablar ahora.
Chicago es una novela negra en un periodo de entreguerras. Campo de batalla de bandas de gansters desde la perspectiva del periodismo activo.
Las herramientas habituales de Manet están presentes: los diálogos.
Mike y Parlow, los dos protagonistas, acompañados de otros secundarios, podrían estar en cualquiera de sus obras teatrales. Hablan y hablan y hablan. En ocasiones, en relación con la supuesta trama, en otras sobre otros temas más o menos interesantes, y en ocasiones, dan vueltas en círculos.
Tengo que decir que personalmente no he disfrutado de Chicago ni la valoro como una buena novela.
Y es que la narrativa y el teatro son campos diferentes.
En este caso, siendo muy simple en mi crítica, diré que, por un lado, me falta color, escenario, ubicación. Y por otro, me sobran conversaciones.
No consigo guiarme claramente por lo que está ocurriendo. Tampoco es siempre fácil en el Manet dramaturgo, pero aquí es excesiva la mala hierba y es complicado definir la línea a seguir. De hecho tengo que decir que no tengo la sensación de haber entendido totalmente lo que pasa, pero, peor todavía, tampoco me importa demasiado.
Se lee bien, eso sí. Hay pocas cosas tan ágiles como leer diálogos cuando estos están bien escritos, cosa que ocurre en este caso ( nadie duda de que Manet escriba bien ), pero eso es todo.
Quizás esperaba mucho más. Una forma distinta de narrar. En su día este autor fue rompedor encontrando otra manera de representar, pero aquí no ha encontrado otra vía de contar.
Creo que , ahora y basándome en esta obra, Manet no es un novelista.

Público     

Comentarios